Domingo 24 de Agosto de 2008 Edicion impresa pag. > Regionales
Silvestrini: “En el gobierno de Sapag hay ineptitud”
El ex ministro de Sobisch denunció que la deuda creció $ 500 millones. El dinero en efectivo a cambio de las prórrogas “trae corrupción”. “Dijeron que la provincia estaba quebrada y creció el presupuesto”.
NEUQUÉN (AN) - El ex ministro de Hacienda de Neuquén Claudio Silvestrini criticó el incremento del gasto público en el Estado, consideró que en el gobierno hay “bastante ineptitud e inoperancia” y consideró que cobrar dinero en efectivo a cambio de conceder las prórrogas “trae corrupción”.
Silvestrini volvió la semana pasada al primer plano por la denuncia de ser un “ñoqui” de la provincia. Mostró que está de licencia sin goce de haberes.
Denunció que en los pocos meses que lleva, el gobierno neuquino sumó 500.000.000 de pesos de deuda pública.
Además, consideró que los incrementos salariales fueron la principal causa de la disparada del gasto. “Cuando asumieron dijeron que recibían una provincia quebrada y resulta que a los tres meses tuvieron 1.000 millones de pesos más” en el presupuesto, hizo notar Silvestrini. El gasto salarial fue, según los números del ejecutado 2007 que maneja el ex funcionario, de 1.650 millones de pesos y el presupuesto que se acaba de aprobar contiene una previsión de 2.500 millones.
“Hay falta de experiencia en el manejo del presupuesto”, disparó contra su sucesora, Esther Ruiz.
Razonó que si se piensa que el gobierno de Sapag está comprometiendo las finanzas provinciales a cambio de obtener paz social, “se entiende por qué tuvimos nosotros tantos problemas” con los sectores sindicales. Recordó las críticas contra el sobischismo por haber concedido en 2007 aumentos salariales que operaban en parte en el inicio de este año. En ese sentido, sostuvo que aquellas mejoras “no estaban tan mal otorgadas porque este gobierno dio otras”.
Mostró como un punto flojo del presupuesto que recientemente sancionó la Legislatura el hecho de que los ingresos corrientes crecerán de un ejercicio a otro en un 18% y los gastos, en un 25%. Peor que “la ineptitud y la inoperancia” -dijo- es el alineamiento con el gobierno nacional, “que se queda con el 72% de lo que recauda”. Desde antes de asumir, Sapag criticó la política de Sobisch de enfrentamiento permanente con el gobierno central y ensayó un acercamiento que llama “federalismo de coordinación” o, más recientemente, de “concertación”.
Silvestrini explicó que los 500.000.000 más de deuda que sumó este gobierno se componen de 150.000.000 de los bonos para proveedores, otros 150.000.000 de la ayuda financiera nacional y más de 100.000.000 de dólares de líneas de asistencia internacional que -dijo- el gobierno de Sobisch no quiso activar para no asumir nuevos compromisos.
El ex ministro defendió la emisión de títulos de deuda por 250.000.000 de dólares, cuyos vencimientos de capital comenzaron a vencer bajo el actual mandato de Sapag. Insistió que las obras financiadas con estos bonos ayudarán a cambiar la matriz productiva de la provincia, un objetivo que la mayoría del acto político provincial pone en duda.
Sobre las prórrogas petroleras que Sapag negocia con las empresas, advirtió que es un error negociar la percepción de dinero en efectivo (se habla de unos 500.000.000 de dólares) porque “eso trae corrupción y una pelea por la torta que, obviamente, ganarán los gremios”, dijo.
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