Domingo 24 de Agosto de 2008 Edicion impresa pag. 16 > Municipales
LA SEMANA EN BARILOCHE: Un frente complejo

Es verdad que conocía de antemano la arena que le toca pisar. Pero el intendente Marcelo Cascón ha tomado nota en los últimos días de que la relación con el Concejo le deparará más conflictos y dificultades que los imaginados.

En el comienzo de su gestión, que cumplirá tres meses, encontró algunos reparos de la oposición para aprobar el nuevo organigrama de funcionarios. De todos modos la ordenanza fue sancionada porque es regla histórica y temperamento común el de permitirle a cada gobierno "diseñar" su propio gabinete.

Con el correr de los días surgieron críticas abiertas a "la contratación indiscriminada de personal político", especialmente desde la oposición de SUR. Algunos ediles cercanos al Ejecutivo también hicieron saber su descontento, se quejan de "la falta de diálogo" con Cascón o por lo menos no son enfáticos defensores de sus decisiones más polémicas.

El desafío mayor apareció con la crisis del transporte urbano. Cascón propone licitar el servicio en el mediano plazo y conceder una prórroga de 18 meses a las actuales concesionarias. Pero el Concejo en pleno resolvió iniciar el tratamiento a marcha forzada del proyecto impulsado por el ex intendente y actual presidente del cuerpo, Darío Barriga, para aprobar una recontratación directa por 10 años (con opción a otros 5) con las empresas que hoy explotan el servicio.

La situación no deja de ser contradictoria, porque algunos ediles se declaran partidarios de la licitación. Pero "mientras no haya un proyecto firme", aceptan avanzar con la "solución Barriga", a sabiendas de que esa línea de trabajo sólo tiene futuro si la decisión es plantear un combate frontal con el intendente.

Durante las últimas dos décadas ningún mandatario municipal tuvo mayoría propia en el CD. Sólo Alberto Icare, al iniciar en 2003 su segundo mandato, contaba con seis concejales sobre once (Cascón entre ellos), pero ese bloque no tardó en quedar desbaratado cuando el intendente rompió su alianza con el radicalismo.

Hoy el Frente para la Victoria tiene también seis ediles, pero la oposición más cerrada es ejercida por los tres representantes de SUR. En tanto que sus socios del FG y del PJ asumen posturas más independientes y permeables a a las iniciativas del Ejecutivo.

La UCR cuenta con dos concejales, pero uno de ellos -Claudio Otano- exhibe en las últimas semanas una posición cercana a SUR y de abierta hostilidad con el intendente.

Más afines al Ejecutivo aparecen Laura Alves (UCR) y Daniel Pardo (PPR), mientras que las bancas unipersonales del Socialismo y el ARI también son proclives a evaluar "caso por caso", sin enrolarse en una oposición pura y dura.

Cascón asegura que su situación no es tan desventajosa como parece. Dice tener diálogo "con todos menos con SUR" y es consciente de que le costará arduo trabajo conseguir los votos para proyectos "de fondo" como la anunciada reforma tributaria, el transporte, el presupuesto anual (que debe presentar el mes próximo) y cualquier otro relacionado con tierras, planificación urbana y mercado inmobiliario.

Hay desde el Ejecutivo silencios, imprevisiones, mensajes equívocos sobre algunos temas clave y promesas todavía no cumplidas que -como es norma-, muchos se encargan de hacer notar.

Hoy el Ejecutivo no tiene la fidelidad incondicional de ningún concejal y es evidente su dificultad para encontrar intérpretes afines para los temas más espinosos. Desde el punto de vista de la calidad institucional no se trata de un mal escenario, ya que el alineamiento obediente de uno o de muchos sería poco saludable.

Pero también la oposición vertical e irreflexiva empobrece los debates y es disfuncional a la conformación de un Deliberante con peso propio, que no sea un muestrario de gestos sino una usina de soluciones.

DANIEL MARZAL

dmarzal@rionegro.com.ar

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