El taekwondista Ángel Valodia Matos fue suspendido de por vida por pegarle una patada al árbitro sueco Chakir Chelbat, quien lo había descalificado en la pelea por el bronce.

El cubano, campeón olímpico en Sydney 2000, le ganaba 3-2 al kazajo Arman Chilmanov cuando recibió asistencia médica por una lesión en su pie derecho. Pero como tardó más de un minuto en recuperarse se le dio por perdido el combate.

En ese momento agredió a Chakir Chelbat y luego llegó la sanción de la Federación Internacional de Tae kwon do, que también terminó con la carrera del entrenador Leudis González.

Además de la agresión, Valodia y González empezaron una discusión con el árbitro, al que acusaron de corrupto, y el campeón en Sydney 2000 también atacó al juez asistente.

"A mí me ofrecieron dinero los kazajos, y estos árbitros estaban comprados", aseguró el entrenador. Un gran escándalo en medio de unos Juegos tranquilos.

Al mismo tiempo del papelón, las autoridades deportivas cubanas desaprobaron los hechos.

"Constituye una violación del reglamento y una grave infracción de la ética y las normas deportivas, por lo que fue sancionado a la separación de por vida del deporte", señaló una nota Dirección de la Delegación Cubana en los Juegos Olímpicos, divulgada en La Habana.

"Independientemente de que hubiese sido injusta la decisión, nada justifica la agresión al árbitro", añadió el texto.

Matos era una de las esperanzas cubanas de medalla de oro, que se esfumaron en ayer con las derrotas sufridas en béisbol y boxeo, otras disciplinas que suelen darle muchas alegrías al pueblo cubano.