Racing presentó un 4-4-1-1, con Maximiliano Moralez como mediapunta, mientras que Independiente dispuso una formación curiosa de tres cuartos de cancha hacia adelante, con Darío Gandín retrasado.
Pablo Luguercio anticipó en el primer palo a los 4 minutos, luego de un córner desde la derecha y el balón se fue desviado, en la primera acción de peligro del encuentro.
Otra vez el ex Estudiantes de La Plata apareció en el área a los 6 minutos, pero cabeceó en el travesaño desde inmejorable posición. A los 8 minutos, Adrián Lucero envió un centro desde la izquierda, que Leandro Gioda despejó casi sobre la línea.
A los 12 minutos, Franco Zuculini remató desde afuera del área y obligó a Fabián Assmann a atajar en dos tiempos.
Racing fue en el primer cuarto de hora un torbellino ofensivo que Independiente no supo contrarrestar.
Luguercio tuvo otra ocasión clarísima a los 20 minutos, pero su palomita se fue cerca del palo izquierdo, con al arco a su disposición, al conectar un pase de Lihué Prichoda.
El conjunto de Claudio Borghi no recuperó la pelota porque no cubrió acertadamente el ancho del campo al disponer una línea de tres mediocampistas.
A los 30 minutos, Moralez probó desde lejos pero Assmann rechazó corto hacia el costado, en otra demostración del claro dominio “académico”.
En el segundo tiempo, con la ventaja en el resultado, Borghi incluyó a Adrián Calello para contener en el medio, en reemplazo del inexpresivo Federico Higuaín.
Así, Montenegro fue de enganche definido, mientras que Gandín y Leonel Núñez se vincularon decididamente con el ataque.
A los 10 minutos, Llop respondió con el ingreso de Juan Sánchez Sotelo por Prichoda y la ubicación de Moralez como enganche.
El nerviosismo, lógicamente, fue el común denominador de los avances de Racing, que se dejó ganar por las imprecisiones en las entregas.
Moralez, quien estuvo en duda hasta minutos antes del comienzo del clásico, no dio más y fue reemplazado por Leandro González, con lo que la “Academia” retomó el 4-4-2 inicial.
Mientras Racing insistía infructuosamente en lograr el empate, Borghi apeló a controlar la pelota y ordenó la entrada de Leonel Ríos por Gandín.
Sánchez Sotelo, a los 29 minutos, contó con una chance clara para igualar, pero el tiro se fue por arriba del travesaño.
El último cambio de Independiente, Freddy Grisales por Núñez, reafirmó la idea de Borghi de priorizar el dominio del balón en lugar de que su equipo se meta deliberadamente atrás.
Pero sobre el final, a puro vértigo, Racing logró empatar por intermedio de Franco Sosa, su marcador lateral derecho, lo que muestra claramente las dificultades que tiene el conjunto dirigido por Juan Manuel Llop para convertir.
Independiente fue castigado finalmente por su falta de elaboración de juego y por no aprovechar justamente lo que a su archirrival le cuesta, hallar contundencia.
Por su parte, la “Academia” rescató su primer punto y convirtió su primer gol en el certamen, aunque permanece en la tan temida zona de promoción. Fuente: Télam |