BUENOS AIRES.- Presuntas conexiones entre el crimen ocurrido semanas atrás en el shopping Unicenter con narcos colombianos fueron reveladas por un arrepentido a "La Nación". Un narcotraficante condenado el viernes a diez años de prisión por enviar casi una tonelada de cocaína a España se convirtió en el primer arrepentido que aportó datos sobre la conexión colombiana en el doble crimen de los dos traficantes baleados en el shopping Unicenter de Martínez, ocurrido el 24 del mes pasado.
Las revelaciones de Manuel Kleiman se dieron durante el juicio en el que también fueron sentenciados a 12 años de prisión los empresarios marplatenses Juan Alberto Gea y Eduardo Escudero, según publicó ayer el diario "La Nación". Se los consideró responsables del envío de 500 kilos de cocaína a Barcelona y del cargamento de otros 340 kilos de droga que fueron descubiertos en un contenedor en el puerto de Buenos Aires, el 23 de febrero de 2006, oculto en un cargamento de merluza congelada.
En ese operativo, denominado por las autoridades "Merluza Blanca", se encontraron unos 200 kilos de cocaína, que se sospechó integraban un cargamento enviado a la Argentina, desde Perú, en una entrega controlada por la agencia norteamericana antidrogas (DEA) y que debía custodiar la Gendarmería Nacional. Pero esa carga se perdió cuando los narcos que la debían recibir burlaron a las autoridades.
Kleiman, gravemente enfermo, el viernes por la noche fue internado en el Hospital Fernández, luego de que se descompusiera al escuchar la sentencia en su contra. El sentenciado tenía arresto domiciliario, pero fue revocado por el Tribunal Oral en lo Penal Económico N° 1, integrado por los jueces Jorge Pisarenco, Enrique Schlegel y Susana Pellet Lastra, que dispusieron que -si su salud lo permitía- continuara preso en el hospital de la cárcel de Villa Devoto.Antes de escuchar el veredicto en el 7° piso de los tribunales de Retiro, Kleiman reveló a "La Nación" los vínculos de la organización a la que pertenecía con los colombianos asesinados en la playa de estacionamiento del Unicenter, del que participaron, al menos, dos sicarios en motocicleta, que les dispararon dos tiros a cada uno.
Los muertos eran los colombianos Héctor Edilson Duque Ceballos, alias "Monoteto" y Jorge Alexander Quintero Gartner. En tanto, Julián Andrés Jiménez Jaramillo, de 24 años, que se jacta de sus vínculos con el narcotráfico en su país, logró escapar y hoy es testigo protegido de la justicia argentina. Jaramillo, según se investiga, es quien habría tenido relación con Sebastián Forza, uno de los jóvenes asesinados, junto a Damián Ferrón y Leopoldo Bina, en el triple crimen mafioso de General Rodríguez.
Ahora Kleiman, defendido por el abogado Carlos Broitman, en un intento de colaborar con la Justicia para mejorar su situación ante los jueces, no sólo declaró contra sus cómplices condenados ayer sino que, mientras esperaba que leyeran su propia sentencia, dijo: "Julián Jiménez Jaramillo era la conexión con la banda. Eduardo Escudero y Juan Alberto Gea estuvieron reunidos con el colombiano en una chacra en Sierra de los Padres, de la que yo participé".
Kleiman, según pudo reconstruir la Justicia durante el juicio que concluyó ayer, se dedicaba a actividades de importación y exportación desde hace unos 30 años. La organización compraba merluza en la Patagonia y en Mar del Plata. Trasladaba la carga a un frigorífico de Mataderos, donde se consolidaba junto con la cocaína y se exportaba en contenedores.