CIPOLLETTI (AC).- Fue una charla descontracturada como la radio que él hace. Los temas se sucedieron casi sin solución de continuidad cuando una pregunta o una palabra disparadora generaba la respuesta o la reflexión. En una sala atestada de la Feria del Libro de esta ciudad, Eduardo Enrique "Lalo" Mir mantuvo al público aferrado a las sillas, casi hipnotizado, durante una hora. "Lo mío es entretener" aseguró con sinceridad. "Trabajo con noticias, bajo un poco de línea, pero lo mío pasa por el entretenimiento", aclaró. Y ayer lo demostró.
Con mucha ironía que el público captó y devolvió con carcajadas, Mir se habló de la radio, de la televisión, de la contracultura de los 80. La política se metió por los intersticios."No creo que esté para ser funcionario. No me siento capacitado", definió cuando le preguntaron si alguna vez lo habían llamado para integrar una lista u ocupar algún puesto en el gobierno.
Reconoció que "hace dos años" cuando dejó la AM lo llamaron de la secretaría de Medios para que fuera a Radio Nacional a ocuparse de la programación y que "hace poco hubo trascendidos" en el mismo sentido lo que generó que "todo el mundo" comenzara a mandarle currículums y jingles a su computadora.
-¿Y qué hacés? -lo consultó Fernando Barraza que ofreció de mediador.
- Nada, los miro y los dejo ahí, mirá si toco algo y... -contestó divertido pero no descartó ninguna posibilidad: "Cuando me lo ofrezcan lo voy a pensar".
Lalo Mir tiene 32 años de trayectoria y es una de las voces clave del ámbito radial. Fue parte del cambio de la radio en los 80 cuando Argentina estaba en plena euforia de la democracia, con una sociedad cambiante "Nosotros funcionamos como una bisagra porque estábamos en el lugar correcto, en el momento correcto. Si no éramos nosotros, iban a ser otros", recordó. Eran las épocas de 9PM, Radio Bangkok y de
personajes como Mario Pergolini, Ari Paluch o Bobby Flores. "Me pasó eso. Se rompió algo que estaba".
El paralelo con la actualidad era inevitable y el tema se planteó. "Hoy el bombardeo y la discusión forman parte del plan. En una empresa viene un tipo con una idea nueva y lo primero que se hace es explicarla y decirle a todo el mundo que vayan a sus casas, investiguen, bombardeen. Algo así como `destruyámosla primero nosotros para ver sus puntos débiles. Antes la contracultura era una cosa más nicho y estaban los cuestionadores que eran los cuestionadores", analizó
"¿La televisión y la radio están más zarpadas?", deslizó uno de los asistentes a la charla. "Creo que los que estamos zarpados somos nosotros. Por ende si estamos zarpados, la radio está zarpada, la tele está zarpada, los negocios están zarpados, las empresas están zarpadas y los políticos tienen un zarpe que ni te cuento", largó como respuesta intentando desmitificar el papel que algunos quieren endilgarle a la pantalla chica.
Sin embargo para Mir esta situación "no va a seguir" porque "cuando mirás la historia te das cuenta que las cosas duran un tiempo y listo. La masa elige culo y es obvio. Qué hay más lindo que un culo? De lo que trata todo esto es de impactar, de asombrar, porque por primera vez, masivamente, todo el mundo acepta que esto está bien y que puede verse", terció
¿Cuál sería tu epitafio. Cómo querés que te recuerden?. La pregunta lo asombró quizá porque nunca pensó en la muerte. O quizá sí pero no desde ese lugar. "Locutor. Me gusta mucho. No sé, pero soy locutor, carné 2.150. No va a haber epitafio. Mis cenizas al viento, al río Paraná. Tal vez los amigos se tomen unos vinos, digan algunas cosas. Pero no sé que tiene que decir el epitafio. Tal vez la fecha ", arriesgó.
MARÍA LUJÁN VENIER
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