Esta extraña historia, imbuida de transgresión, poesía, polémica y políticas públicas, comenzó de un modo tradicional. Hace un tiempo la delegación neuquina de la Sociedad de Escritoras y Escritores Argentinos llamó a un concurso literario en el marco de la Campaña Nacional de Lectura del Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología de Nación.

Como tantos otros poetas, Héctor Kalamicoy participó de la competencia literaria. Y ganó. O mejor dicho, su obra quedó seleccionada para formar parte de un libro que integraría la colección "Escribiendo en la Patagonia", del "Plan de Reparación de la Cultura Escrita para la Patagonia Norte". Incluso se realizó un acto de premiación del que participó el ministro de Gobierno, Educación y Cultura, Jorge Tobares, donde éste se despachó largo y tendido acerca de los beneficios del hábito de la lectura. Finalmente 155 mil ejemplares fueron distribuidos a lo largo y ancho de la provincia de Neuquén.

Entonces algo impensado ocurrió: por primera vez los poemas laureados de Kalamicoy fueron leídos por alguien que no era el jurado. Sus versos comenzaron a recorrer los pasillos de las escuelas, y el interior de los hogares. Se encontraron con esto: "Neuquén, puto lugar seco en crecimiento con ese cristote de madera y esa impresentable banderota que veo cada vez que cruzo el puente en colectivo y Neuquén de los humos de las tomas y de los saqueos...".

El poema se llama "Introducción a un feo lugar" y escandalizó de tal modo a varios consejeros escolares que éstos no dudaron en solicitar que se retire el libro de las escuelas. Al menos tres miembros de MPN firmaron una nota con un proyecto de resolución dirigido a la presidenta de la Legislatura neuquina, Ana Pechen, para que la Cámara se expida sobre la distribución de los textos.

El día de la premiación, el ministro Tobares no dejó espacio para la duda. Dijo en su discurso: "la lectura es un bien social fundamental para el desarrollo de todos los pueblos (...) bienvenidos a los que nos invitan a hacernos lectores".

Por su parte, Raúl Mansilla, uno de los impulsores del plan de fomento, aseguró en abril de este año: "Apuntamos a la difusión de la lectura y la escritura creativa".

Todo indica que, más allá de los estilos y los contenidos de las obras, los jurados leyeron, aprobaron y festejaron el trabajo global, incluyendo, claro está, los poemas de Kalamicoy.

La opinión del consejero escolar Juan Carlos Solís dista mucho de la de quienes premiaron al escritor. En una nota enviada a Pechen asegura: "Habrá que saber mucho de literatura para entender que el Sr. Kalamicoy escribe para homenajear a la palabra (...) El título de la primera "poesía" (?), abre las puertas de su odio y bronca a la Provincia". No es el único que considera vulgar y agresiva su poesía. La "noticia" ha generado decenas de mails a favor y en contra de Kalamicoy en los foros. "Río Negro" supo que un grupo de poetas está planificando una lectura pública de su obra frente a la Legislatura.