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Para el defensor, "no hay una sola prueba" | ||
CIPOLLETTI (AC).- "No hay una sola prueba que diga 'fue usted'", criticó ayer el defensor Eves Tejeda al finalizar las ampliaciones de las indagatorias de Ángel Germán Antilaf y José Jhaffri, dos de sus defendidos. La semana próxima la jueza deberá resolver la situación procesal de los cuatro detenidos. A Tejeda le pareció "gravísimo" que cuando preguntaron ayer por las pruebas en contra de sus clientes la respuesta fue que "estaban en los 27 cuerpos que tiene el expediente". "Mis defendidos no saben de qué se los acusa", reprochó el defensor. Dijo que en la imputación tampoco se precisa cómo muere la joven de 16 años. "Dicen que la habrían privado ilegítimamente de la libertad, que la habrían violado y que habrían eyaculado sobre el cuerpo, circunstancia por la cual murió. Es un caso único. ¿Murió de un espermatazo?", se preguntó el abogado con la ironía que lo caracteriza. "Es algo tremendo, nunca vi un homicidio así", agregó. Tejeda también defiende a Ricardo Néstor Cau, hermanastro de Jhaffri. Cau fue el primero en declarar el pasado miércoles. Estuvo varias horas respondiendo preguntas. El jueves fue citado Maximiliano Lagos (defendido por Gustavo Lucero) y ayer asistieron Jhaffri y Antilaf, quienes también se explayaron. Lagos prefirió limitarse a decir que es inocente y a remarcar que no entiende de qué se lo acusa. Tejeda mencionó que sus clientes cuestionaron que desde el primer día fueron investigados, que les hicieron numerosos allanamientos y hasta pruebas con los perros y que les secuestraron cosas, pero "concretamente no hay una sola prueba que evidencie la participación directa o indirecta de ellos". "Piden justicia, están angustiados", enfatizó el defensor. El abogado minimizó la pericia realizada a vellos púbicos de la víctima que habría permitido hallar restos orgánicos de dos personas distintas, que serían familiares. Dos de sus asistidos son hermanastros. "¿Eso qué tiene que ver? Falta el ADN", manifestó Tejeda. Dijo que por más que el ADN fuera compatible con esos restos, eso no indica que sus clientes fueron los autores de la muerte de la joven de Fernández Oro. Criticó además, que no se sabe cómo se extrajeron esos vellos. A los tres representados por Tejeda, la jueza María del Carmen García García les reprocha tres hechos: el primero, haber ejecutado un plan acordado previamente para privar de su libertad a Otoño, reteniéndola contra su voluntad durante más de un mes. El segundo, que habrían abusado sexualmente de la joven en un número indeterminado de veces y que habrían eyaculado sobre el cuerpo "en cuya circunstancia resultó la muerte de la ofendida", dice la imputación. De ahí la crítica del defensor. Y el tercer hecho, que habrían ocultado el cuerpo sin vida de Otoño, que lo enterraron envolviéndolo en un nailon y que luego de un tiempo lo desenterraron y lo arrojaron al canal, aguas arriba de la usina de El Treinta. A Lagos le imputó el segundo y el tercer hecho. | ||
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