Sábado 23 de Agosto de 2008 Edicion impresa pag. 52 > Cultura y Espectaculos
Humor ridículamente político
Hoy se estrena en la Conrado Centro Cultural, de Neuquén, la obra "Ridiculady (Jé)".

NEUQUÉN (AN).- "Lo que tiene de bueno la historia del humor es que evita la emoción. El humor evita contactar con la emoción de las cosas más dramáticas. Con el humor el espectador toma cierta distancia y eso ayuda a pensar sobre lo que le están presentando en el escenario". Desde esta premisa parte la obra "Ridiculady (Jé)", del elenco El Equipo, que se estrena hoy a las 23 en La Conrado Centro Cultural, ubicado en Irigoyen 138.

La pieza basada en el original de Eduardo Rovner, "La vieja, la joven y el harapiento" repetirá funciones el sábado 30 de agosto en el mismo horario y los tres primeros sábados de septiembre a las 21, en la misma sala. "En un encuadre de vinito concert el grupo hace de esta obra una amalgama entre la realidad y la ficción, en situaciones desopilantes que emergen con agudeza para devenir con mucho humor en una crítica social y política", comentó su directora, Susana Mezzelani.

Con la colaboración de Maite Aranzábal y Rulo Domínguez en la puesta en escena, la pieza pone sobre el escenario las actuaciones de Ana Alonso, Luis Vicente y Mariana Coleto. "Ridiculady" propone pensar y cuestionar sobre la realidad que viven los países pobres en relación con los "poderosos del imperialismo". Todo planteado desde un humor clownesco, agudo y ácido.

Sin querer revelar muchos detalles sobre la dramaturgia porque lo importante es la sorpresa en el espectador, Mezzelani, explicó que "es una crítica política porque pone en juego la relación de nuestro países con el imperialismo. También la relación de nosotros con nosotros mismos, en términos de solidaridad y de cooperación. Existe una interacción de libertad y dependencia".

Uno de los personajes, esta ridiculady, tiene un alto poder simbólico en cada uno de sus rasgos. Ella es la famosa estatua neoyorquina que el gobierno francés le regaló a Estados Unidos, como símbolo de la libertad para los oprimidos. Representa la libertad, representa el imperialismo, es el nexo entre dos clases y es blanco y no verde por una razón que el espectador descubrirá cuando se levante el telón. Pese a su imagen y su simbolismo, "esa lady tiene también sus tristezas, sus pesares y sus contradicciones", agregó la directora.

Eduardo Rovner, el autor del original de esta versión, es un multipremiado dramaturgo argentino. Fue galardonado con el Primer Premio Nacional de Dramaturgia por su obra "Concierto de aniversario", con el Premio Casa de las Américas por "Volvió una noche" y con el Premio Estrella de Mar por "Sócrates encantador de almas". Recibió además seis Premios ACE de la Asociación de Cronistas del Espectáculo de Nueva York.

"Elegimos a Rovner porque es admirable. Trabajo mucho con el humor agudo, ácido, con el humor negro y lo hizo con mucho talento. Produjo obras legendarias sobre todo en la época del teatro abierto, en la década de los 80", detalló Mezzelani.

El elenco neuquino El Equipo, viene desde hace algunos años incursionando en el género humorístico luego de experimentar un fuerte sacudón al poner en escena un drama existencialista de Albert Camus, de esas obras pesadas y turbias que perturban, acosan y hacen pensar. "Después de eso disparamos con el humor, todos veníamos de hacer otras cosas y después de esa obra nos pasó que se nos dio el humor como una necesidad. Encontramos que nos gusta decir cosas y que la gente pueda salir bien", contó la directora.fin

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