Sábado 23 de Agosto de 2008 Edicion impresa pag. 51 > Cultura y Espectaculos
"Siempre tuve mucha fe en lo que hacía"
El músico se presenta hoy en el estadio Ruca Che, de Neuquén. El recital será a beneficio del Hospital de Cutral Co.

EDUARDO ROUILLET

Tras pasar por Ecuador, Axel recorrió las colombianas Bogotá, Cali y Barranquilla, donde en menos de una semana, su álbum "Universo" logró la primera posición en ventas. Firmó cientos de autógrafos, cantó en un par de teatros a sala llena , regresó a Argentina y comenzó a grabar el video del segundo corte "Verte reír".

Nacido en 1978, Axel Patricio Fernando Witteveen Pardo comenzó sus estudios de piano con una monja filipina en el colegio primario. A los ocho, ingresó en el Conservatorio Nacional hasta que resolvió centrarse en sus estudios secundarios y deja momentáneamente los musicales. Acabada esa etapa, a los diecisiete, retomó piano decidido a hacer de la música su modo de vida. Con la inicial oposición de su padre y el apoyo materno, su primer trabajo importante fue para una telenovela de Canal 9, en la que interpretó a un camarero y pianista de bar.

Luego entró como reportero al programa "Ranking 26" de música juvenil (Canal 26). Su primer entrevistado: Julio Iglesias. Sustituyó luego al presentador y comenzó a subir el rating. Allí pudo presentarse como pianista e intérprete, e inmediatamente Sony Argentina se interesó por él. Corre el 2001 cuando graba "Mi Forma de Amar" y su repercusión creció tanto que en el 04 lanzó "Amo". Dos años después edita "Hoy", con trece temas de su autoría sobre amor, desamor e historias personales.

"Mi vida se fue armando de a poco" recuerda el cantante, en diálogo con "Río Negro". "Desde mi tercer disco, "Amo", empezamos a crecer en Argentina y países limítrofes, luego en Latinoamérica. Me fui acostumbrando a lo que iba pasando. "Universo" salió hace algo más de dos meses y ya recorrimos gran parte de nuestro país, cuatro países de Centroamérica, España. Tomé veinticinco aviones, di cientos de notas... Cuando se va de promoción, estoy de seis de la mañana a diez de la noche, dispuesto. Es intenso y no puedo estar demacrado sino siempre presentable y si hago fotos, que me vean bien. Con buen humor para charlar; a veces son quince notas en un día y en cada una me preguntan lo mismo; llega un punto en que reinvento palabras y respuestas para que me resulte interesante decirlas."

"Aparte de eso, soy una persona muy común, sigo viviendo en la zona donde nací, en Adrogué, a unas veinte cuadras de la casa de mis padres. Soy de Mármol, me crié en Rafael Calzada y mi barrio, mis amigos, mi infancia, mi club, están allí. Cuando me iba a comprar la casa nueva hace dos años y pico, todos me decían que me mudara a Capital; y yo no, no quiero, no me gusta. Todo está cerca, pero necesito de mi familia, de mis amigos, del espíritu de barrio, de salir a andar en bici o correr en la plaza. Adrogué en muy lindo y sigo cerca de mi gente."

- En días malos o buenos, igual tenés que presentarte en público o ante los medios...

_Hay que estar siempre bien dispuesto. No tengo días de mal humor, me levanto a las ocho de la ma

ñana, tenga o no cosas que hacer. Sí soy exigente... Si quieren que mi voz esté perfecta, descansada, -las cuerdas son músculos-, necesito ese tiempo. Yo entreno la garganta, tomo clases de canto diariamente...

- Hay una enorme estructura detrás tuyo, para que esto funcione. Discográfica, productora, oficina de prensa, de comercialización, asistentes, todo sostenido sólo por tu cuerpo y tus cuerdas...

-Por eso lo cuido tanto, lo cuidan tanto. Cuando a mi mánager le digo que estoy mal de la garganta, auch!"

- Cuando estás en lugares que nunca imaginaste, a cien conciertos por año, se te da por pensar cómo han funcionado tu mente, tu organismo, tu disciplina, tu tesón?

-Sí, absolutamente. Disciplina es una palabra fundamental en esta carrera. Me detengo, miro desde la perspectiva del tiempo y digo: Hace cinco años estaba muerto de hambre. En 2003, vendí mi ropa para poder comer y tocar en un bar por veinte pesos. Y ya tenía dos discos. Así fue. Vivía en México, fui a probar suerte allá; regreso y pienso: estoy en el fondo del pozo, cualquier movimiento que haga va a ser para arriba, porque más bajo no puedo ir. Me contacté con una persona, con otra, la discográfica me propuso hacer un tercer compacto con bajo presupuesto. Así hice "Amo" y empezó a pegar, pegar, pegar. El siguiente fue "Hoy"... Estaba muerto de hambre, pero no me resigné, seguí cantando.

- ¿Cómo influyó tu familia en semejante repunte?

-Fue difícil porque acababan de perder todo, también. Con lo del corralito, mi viejo tenía una mini empresa familiar y perdió todo, después de treinta y cinco años de trabajo. Durísimo. Cayó dos años en cama con una depresión terrible. Mi mamá docente. Yo vengo de una familia clase media normal, sin lujos. Volví a casa y no pude decirle a mis viejos que me bancaran. Papá depresivo. Es europeo, belga, muy trabajador, híper frío, un tipo que va y va... Y se levantó de vuelta. Fue un caos. Entonces, ¡a remarla! Salí a tocar de vuelta en bares y a preparar "Amo"."

- ¿Dónde estuvo la fuerza ?

-Siempre tuve mucha fe en lo que hacía, confiaba mucho en mí, en ese ser divino que no está arriba, sino dentro nuestro; en ese ser divino que somos. Y dije, creo en mi música, buena, mala, simple, compleja. Creo que está en la convicción, en la seguridad y en la fe.

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