MADRID - El piloto del avión de Spanair que el miércoles se estrelló durante el despegue en Madrid recorrió al máximo la pista y durante los instantes que el MD-82 estuvo en vuelo no se produjo ningún tipo de fuego en el aparato, en contra de lo que se había especulado tras el testimonio de algunos testigos, que apuntaron haber visto en llamas el motor izquierdo.
La reconstrucción del fatídico momento la hizo el presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, una de las pocas personas que pudo ver el video de la autoridad aeroportuaria (AENA) en el que quedó registrado el despegue hacia las Canarias, que terminó convirtiéndose en el peor accidente aéreo de los últimos 25 años en España, con 153 muertos y 19 heridos.
Los investigadores recopilan ya los testimonios de los testigos del accidente y del personal del aeropuerto de Barajas y se están analizando las cajas negras del vuelo JK5022, dijo Emilio Valerio a la Cadena Ser. La comisión de investigación se ha exigido llegar a las conclusiones cuanto antes para la "tranquilidad de las familias", dijo. Paralelamente a la investigación judicial se lleva a cabo otra investigación técnica.
Según informó el diario "El País" aludiendo también al video de AENA, la aeronave se elevó sólo unos metros y cayó hacia la derecha. Fue después de rebotar y avanzar contra el pavimento cuando estalló. Una de las chispas del rozamiento prendió el combustible.
El relato de Zapatero y del periódico sobre el video es acorde a lo que han coincidido en señalar expertos desde el día del siniestro: sólo un fallo de un motor, por explosión o por fuego, no puede ser causa de que un avión se estrelle.
La investigación del accidente continuó ayer, y la vicepresidenta primera del gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, prometió a los familiares de las víctimas que "se va llegar hasta el final" para conocer la causa del siniestro.
De los 153 cuerpos, 50 habían sido ya identificados mediante huellas dactilares y sus familiares comenzaron ayer su traslado a sus lugares de origen para darles el último adiós. Los forenses, mientras, seguían trabajando para lograr la identificación del resto, que en la mayoría de los casos se está haciendo mediante pruebas de ADN.
Algunos familiares de las víctimas han acusado directamente a Spanair de la catástrofe debido a que el avión, tras un primer intento de despegue, regresó al aparcamiento para ser revisado por un mecánico. Según la compañía, filial de la escandinava SAS, el aparato registró un calentamiento excesivo en una toma de aire que "fue tratado y aislado", después de lo cual no había razón para que el avión no iniciase el despegue.
Según el testimonio de algunos familiares a quienes los pasajeros enviaron mensajes SMS, los ocupantes quisieron bajar del avión tras detectarse la avería y la tripulación se lo impidió, informaron medios españoles. Uno de los fiscales que toman parte en las pesquisas judiciales manifestó que "en el plazo de un mes" la investigación podría dar ya resultados respecto a las causas del siniestro. (DPA, AFP)