ALUMINÉ (AZ).- La decisión de la Corporación Interestadual Pulmarí (CIP) de cerrar el próximo 30 de octubre el basurero a cielo abierto de esta localidad generó una fuerte polémica con el municipio.
El presidente del organismo, Alberto Moreno, confirmó que el predio se clausura para hacer cesar los efectos de la contaminación sobre el río Ruca Choroi y el impacto ambiental en toda la zona.
Por su parte, el intendente Andrés Méndez, replicó que los plazos previstos por la CIP son "inaceptables" y aclaró que en conjunto con el gobierno provincial se está trabajando en la concreción de una planta de tratamiento que resolverá la problemática en esta localidad.
"La Corporación decidió el cierre del basurero porque nos preocupa el impacto negativo que está produciendo y ya estamos trabajando para la concreción de una planta con el apoyo técnico y económico de la secretaría de Medio Ambiente de la Nación", sostuvo Moreno al término de una reunión que mantuvo con ediles de Aluminé.
El funcionario destacó que el nivel de contaminación que presenta el río Ruca Choroi fue uno de los motivos que aceleró la decisión de clausurar en forma definitiva el basurero que históricamente funcionó en tierras que le pertenecen a la CIP.
El anunció no cayó bien en el Ejecutivo local que venía trabajando en un proyecto de relocalización con el aval de la provincia. "Nos informan que el basurero se cierra el 30 de octubre y eso para nosotros es inaceptable", disparó el jefe comunal, Andrés Méndez.
El mandatario reconoció los efectos de la contaminación sobre la zona de influencia del vertedero y compartió la preocupación de la CIP pero se encargó de aclarar que en "en tan poco tiempo es imposible habilitar la planta que estamos planificando".
Méndez aclaró que luego de un trabajo con el gobierno neuquino se lograron seleccionar cinco posibles destinos donde instalar la planta de tratamiento y el espacio de disposición final de los residuos.
El emplazamiento de los residuos urbanos es un problema sin solución en esta localidad desde hace años. La existencia de dos proyectos paralelos fogoneados desde la CIP y el municipio dejan al descubierto las diferencias políticas que dividen a ambos organismos.
Desde la Corporación, por su parte, ya anunciaron que vienen trabajando desde hace dos años y que hasta un equipo técnico de la secretaría de Medio Ambiente realizó estudios para evaluar el impacto ambiental que provocaría la relocalización del basurero.