BUENOS AIRES (DyN).- Una mujer de 30 años, que nació en cautiverio en el centro clandestino de detención "Puesto Vasco" durante la dictadura militar y es hija de desaparecidos, confirmó su verdadera identidad y se convirtió en la nieta número 93 localizada por la organización Abuelas de Plaza de Mayo.
Sin embargo, la confirmación de su identidad se logró luego de que el juez federal de La Plata, Manuel Blanco, hizo un allanamiento en su casa y secuestró prendas que permitieron analizar su ADN en el Banco Nacional de Datos Genéticos que funciona en el Hospital Durand de Buenos Aires.
Es que la mujer, inscripta bajo el nombre de Alejandra, vive actualmente en Santiago del Estero y, por ahora, rehusaría mantener vinculación con la familia de origen.
Según se informó ayer, la joven es la hija de Olga Noemí Casado, que tenía 19 años, y Juan Oscar Cugura, de 31, ambos militantes de la organización guerrillera Montoneros y secuestrados a fines de 1977, durante la última dictadura militar.
Ahora, los familiares de esos desaparecidos esperan que la chica, que se negó a hacerse los análisis de sangre, busque algún vínculo con ellos.
En el año 2000 se recibió una denuncia en Abuelas advirtiendo que la mujer podría haber sido apropiada y desde entonces se llevaron adelante distintas tareas para localizarla. "No fue fácil porque la familia se mudaba reiteradamente", dijeron desde la organización de derechos humanos que, sin embargo, logró encontrarla.
Según se informó, la mujer vivía bajo una identidad falsa que le había otorgado la familia que la crió en circunstancias que no fueron difundidas.
El juez federal Blanco ordenó un allanamiento en la casa para extraer muestras y las pruebas de ADN establecieron su auténtica filiación.
Su padre, Juan Oscar Cugura, nacido el 4 de junio de 1946 en Rawson, Chubut, militó bajo los seudónimos de "Cefe", "Negro Cefe" o "Ceferino", y fue secuestrado entre octubre y noviembre de 1977.
Olga "Julia" Casado, oriunda de Mar del Plata y doce años más joven que su pareja, fue secuestrada cuando estaba embarazada de más de siete meses.
Fue vista con vida por otros prisioneros en el centro clandestino de detención "Puesto Vasco", donde se presume que habría dado a luz a su hija en cautiverio, entre los meses de noviembre de 1977 y enero de 1978.