EDUARDO ROUILLET
Luego de una nueva y extensa gira por Europa, llega a Neuquén Luis Salinas para recorrer tangos y piezas folclóricas, valiosas obras del cancionero popular argentino. Con diez discos propios, tres premios Gardel, un Konex, veinte países ya disfrutaron de sus conciertos.
Improvisador nato con enorme y original distintiva, libre capacidad interpretativa, han ponderado su trabajo, Manolo Juárez, Adolfo Ábalos, Jaime Torres, Ubaldo De Lío, Rubén Juárez, Luis Alberto Spinetta, George Benson, Chick Corea, Baden Powell, Ivan Lins, Raymundo Amador y Tomatito, por citar sólo algunos popes de la música.
Compartió discos con Lito Vitale, Chico Novarro, Chango Nieto, María Graña y el escenario del Colón con Dino Saluzzi. También tocó con BB King en Buenos Aires, San Pablo y Río de Janeiro; con Paco de Lucía en Francia y con Hermeto Pascoal, Djavan y Scott Henderson. Fue jurado junto a Michel Legrand en el Festival de la Habana, donde tocó ante treinta mil personas con el grupo Irakere y Chucho Valdés.
La noche del martes, tras una larga sesión de grabación como artista invitado, se encontró con "Río Negro" para compartir, una charla y dos cafés. "Estamos haciendo un par de temas para el nuevo disco de Mercedes (Sosa), definiendo si va uno u otro. También va a grabar Caetano Veloso."
- ¡Qué juntas se te han armado a medida que pasó el tiempo y creció tu prestigio!
-Es una cosa maravillosa que disfruto mucho. Si miro para atrás, no esperaba todas estas cosas... Yo soy una persona agradecida por eso, ya lo hemos hablado. Pensar que nací en Monte Grande, viví en Villa Diamante (Lanús), con las inundaciones del 68 tuve que volver a mi pueblo de origen... De ahí para acá, por tocar la viola y tratar de hacer lo mejor que pude, Dios acomodó las cosas para que pasaran situaciones que si las planeo, no salen. Siempre tuve como base -como decía mi vieja- el tratar de ser buena gente y hacer lo mío de la mejor manera posible. Hay un destino y en algún lugar se encuentra el camino para recorrerlo hasta donde dé.
- Nombraste a Dios y al destino, pero si no trabajás, estudiás todos los días la guitarra y ponés todo tu empeño, no hay quién te ayude.
-No, claro, si hay una condición natural hay que desarrollarla trabajando. Siempre pienso en la gente que trabaja ocho o más horas en algo que no le gusta, por qué no me puedo quedar con lo que amo todo el tiempo tratando de superarme, poniendo lo mejor de mí en lo que hago?
- Parece fácil decirlo.
-Sí, pero a veces las cosas simples tienen mayor peso. No he hecho otra cosa que practicar la frase "serás lo que debas ser o no serás nada". Al principio, a esas palabras tantas veces dichas no le di mucha importancia, pero cuando entendí su significado, hace muchos años, me dispuse a trabajar a fondo en la guitarra, que era lo mío, lo que debía hacer. Recuerdo que Horacio Salgán fue a escucharme con De Lío, cuando tocaba con Egle Martin. Te estoy hablando de hace como veinte años... Después nos encontramos a los dos o tres días en su casa y me dijo: a usted le regalaron un campo, a cualquiera no se lo regalan, lo que tiene que hacer es sembrarlo, trabajarlo.
Y fue un poco eso lo que he hecho en estos años, tratando de superar las limitaciones que tengo. Todos los músicos tenemos las nuestras y hay que trabajar sobre ellas. Mirá, nadie puede asegurarte que mañana a las cinco de la tarde vas a estar inspirado. Como eso no se puede certificar, a veces sucede, a veces no, hay que darle duro al instrumento, a la parte técnica y musical para -si no estás inspirado- no tocar mal. Si sólo se depende de la inspiración, es peligroso. Puede no ser profesional, porque la gente paga una entrada para verte, va a determinado lugar y no hay que defraudarla.
Por eso siempre me pongo nervioso. Cuando no me conocen, porque debo demostrar lo que hago; y cuando me conocen, porque están esperando no sé qué cosa de mí. Antes de tocar, digo, quiero que la gente se lleve lo que viene a buscar, y lograrlo requiere trabajo. Además de las condiciones propias, hay que estar sobre el instrumento para que él no te maneje, y usar la guitarra para hacer música. Ese es un camino que no termina más...
- Y en ese camino, ahora, estás grabando con Mercedes.
-Las cosas se van, con el tiempo decantando. Trato de tocar lo que la música necesita, en este caso, acompañar a Mercedes y sacar lo que ella quiere de mí. Grabamos "Insensatez" y busqué lograr el clima que la obra propone; y acompañarla. Que lo que haga no desvíe la atención de su voz. La estrella es la música y la melodía es la reina. Yo debo lograr el clima que ella me propone.
- Tarea difícil, porque ambos tienen fuertes personalidades.
-Sabés que Mercedes es un ser que me emociona en dos sentidos. En el humano, veo una persona que está luchando ahí porque su salud no está bien hace tiempo y me dan ganas de abrazarla, de cuidarla... Por otro lado, cuando me mira y comienza a hablar, tiene un peso por su historia, por lo que es, que me emociona también. Me acuerdo la primera vez que la acompañé, trataba de ir a la profundidad de ella y no me fue tan fácil. Tuve que dejar de lado la admiración que tenía para ir a lo que me habían convocado. Se aprende mucho con artistas como Mercedes, justamente en lo que decías, en tratar de ser uno y mostrar la personalidad.
Elogios
"Por un lado, son una motivación muy grande y también un compromiso. En algún lugar, aunque no me estén escuchando, pienso que sí lo hacen, que están ahí como cuando me oyeron y opinaron sobre mí. Es el compromiso de no defraudar las palabras con que me premiaron. En mucho de los casos, soy amigo de estos artistas que citaste al principio, entonces el compromiso es doble. Para mí es muy importante respetar la música y tocar lo que ella necesita; respetar a los músicos para que eso suceda; respetar al público que paga una entrada y va a verme. La música, finalmente, es una energía espiritual más allá de las notas."
"Para eso es muy importante rodearse de buena gente que además sean buenos músicos. Cuando eso se logra, la energía es mejor, la música puede sonar mejor que cuando hay egos o cuestiones ajenas. He aprendido a valorar primero lo humano y luego lo musical. De lo contrario, se puede poner muy técnico, muy ego y la música no suena. Se dirá qué bien que toco este o aquel, pero no...", dice Salinas, después del segundo café.
- Emociona...
-No, porque la música la hacemos entre todos.
A Neuquén, Salinas va con Javier Lozano, "mi compadre, un pianista que toca conmigo hace muchos años ya, hemos grabado varios discos y se prende en todas, latin jazz, folclore o tango; un músico que quiero como persona y admiro mucho".
También con Alejandro Tula, percusionista santiagueño "que ha tocado con Los Carabajal y compartió conmigo la música argentina que vamos a presentar. Haremos una primera parte de tangos y la segunda, de folclore. Con algún invitado que aparezca...
- ¿Se sabe quién?
-El Negro Giménez, un músico maravilloso que vive en Neuquén y también toca percusión.
PARA AGENDAR
El guitarrista Luis Salinas llega a Neuquén a presentar su última producción discográfica “Clásicos de música argentina”, hoy, a las 22, en el Cine Teatro Español.
Las entradas para este único concierto se venden en el local de Todomúsica.