Con un apretado 1 – 0, la selección se quedó con la medalla dorada. El responsable del gol fue el flaco Di María que, con una definición impecable, abrió el marcador a favor del equipo de Batista. Tras un juego muy reñido y claras situaciones de gol para ambos equipos, Argentina se coronó como bicampeón olímpico y se quedó con el oro en Beijing.