Unos hablan de milagro, otros de que el oro es lo único que vale. Argentina parte como punto en la semifinal de hoy en el básquet olímpico, porque enfrente tendrá a los Estados Unidos, con la banca de representar al mejor básquet del planeta.

Los "albicelestes" saben de dar sorpresas, porque son los que le sacaron el invicto a los "equipos de los sueños" (Indianápolis 2002) y los que le arruinaron el último "sueño dorado" a sus rivales de hoy (Atenas 2004) -ver aparte-. Por eso el milagro, aunque parezca contradictorio, tiene cierto sostén racional.

Para los estadounidenses no hay otra posibilidad que la victoria. Eso lo dieron a entender desde la manera en que encararon la preparación, hasta las producciones que han entregado en el certamen. En Barcelona 92 el primer Dream Team, para muchos el único que mereció ese mote, aunque el presente es el que más se le asemeja, hizo historia y dio espectáculo. Ese es el objetivo del actual.

El choque será en el Gimnasio Olímpico de Pekín a las 11:15 y será televisado por Canal 7 Argentina y TyC Sports. La otra semifinal largará a las 9 y será animada por Lituania y España.

En el 89-81 de Atenas, Manu Ginóbili fue el goleador del partido y compartió cancha con los otros cuatro con antecedentes NBA del seleccionado que también estarán hoy: Fabricio Oberto, Luis

Scola, Carlos Delfino y Andrés Nocioni.

El bahiense es el goleador olímpico con 20,3 puntos por partido, y Scola el cuarto, con 17,8.

Por el lado de los estadounidenses los que repiten serán LeBron James, Carlos Boozer y Dwyane Wade. A estos se suma Kobe Bryant, quizás el mejor jugador del mundo, como la máxima estrella.

Nombre por nombre no hay dudas de cual es el favorito, aunque los "criollos" gozan de un prestigio bien ganado, por una cuestión de actitud, que sus ocasionales rivales, tanto esta mañana como en la liga norteamericana, conocen muy bien.

Los golpes recibidos por Estados Unidos cada vez que salió a competir fuera de su país, han dejado su marca y por eso también se dio un cambio que apunta a que el equipo vuelve a ganarse la fama de imbatible.

Menos individualismo y más juego de conjunto. Por eso el principal goleador en la tabla general es LeBron James y ocupa la novena posición con un promedio de 15,8 puntos por partido. Algo impensado en una selección plagada de figuras.

El conjunto lidera las categoría de puntos (105,2 por encuentro), rebotes, robos, bloqueos y asistencias.

Ante esta catarata de datos a favor del adversario, a la Argentina le queda jugar concentrada y concretar una hazaña.