SAN MIGUEL DE TUCUMÁN.- El fiscal federal tucumano Alfredo Terraf pidió ayer las detenciones del ex juez militar Roque Cabral y de su ex secretario Raúl Molina, acusado del delito de falsedad ideológica por la supuesta adulteración del expediente sustanciado a principios del retorno de la democracia, cuando debía investigar el caso del secuestro del senador justicialista Guillermo Vargas Aignasse.

El pedido se efectuó en la última jornada de testimonios y lectura de documentos e instrumentos en el juicio a los ex militares Antonio Bussi y Luciano Menéndez, que se sustancia en el Tribunal Federal de Tucumán por la desaparición del senador.

El planteo se basa en que cuatro testigos desmintieron el contenido de las presuntas declaraciones prestadas ante Cabral, y aseguraron que nunca estuvieron frente a él. De hecho ayer, antes de que Terraf efectúe su presentación, hubo un careo entre Cabral, Molina y José Palavecino, ex secretario general de la CGT tucumana detenido entre 1976 y 1977, en el cual cada uno mantuvo su posición y terminó de complicar la situación de los militares.

Los jueces Gabriel Casas, Carlos Jiménez Montilla y Josefina Curi se pronunciarán sobre esta situación el jueves 28, cuando den a conocer la sentencia en el primer juicio oral a Bussi y Menéndez en esta provincia.

En la audiencia también declaró el coronel retirado Alberto Cerúsico, conocido de la esposa de Vargas Aignasse, Marta Cárdenas, y mencionado como el contacto en Casa de Gobierno para poder entrevistarse (en dos oportunidades) con el ex gobernador tucumano de facto Bussi.

El testimonio de Cerúsico no aportó datos de importancia, ya que si siquiera precisó a quién le entregó una carpeta con información considerada clave que guardaba Vargas Aignasse, sobre una investigación parlamentaria de presuntas irregularidades cometidas por la Policía Provincial.