SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- Ante la insistencia de las empresas Codao y Tres de Mayo, el Ejecutivo municipal decidió impulsar un nuevo ajuste tarifario en el transporte urbano, que en principio no será compensado con subsidios sino que recaerá en forma directa sobre el usuario.

Los números definitivos todavía no están sobre la mesa, pero en una reunión de la "comisión mixta" realizada ayer el gobierno municipal indicó que el boleto mínimo -según el estudio de costos realizado- debería costar 1,58 peso, con la posibilidad de redondear en 1,60. Representaría una suba del 23%.

De avanzar en ese rumbo, el Ejecutivo dejará de lado la estrategia del subsidio, que hasta ahora había elegido el intendente Marcelo Cascón para no afectar el bolsillo de los pasajeros.

Hace apenas un mes la misma comisión reconoció que el boleto de 1,30 debía aumentar a 1,45 peso. El municipio pretendió dejar afuera a los usuarios y se comprometió a cubrir la diferencia con un subsidio mensual de 150 mil pesos, aunque en ningún momento quedó clara la viabilidad fiscal de esa decisión.

Las dos concesionarias afirmaron que aun con el boleto a 1,60 deberían trabajar a pérdida y pidieron llevar la tarifa inicial a 1,75. En este caso, el aumento sería del 34,6%.

Esto último no fue convalidado por el secretario de Gobierno, Nelson Vigueras, ni por los técnicos del municipio.

Vigueras dijo que la decisión final será adoptada por el intendente, que está de viaje y vuelve mañana a Bariloche.

Pero adelantó que la idea es elaborar "una matriz de cálculo tarifario de largo plazo" y pedirle al Concejo que la consolide por ordenanza.

No fue tan terminante al hablar de una audiencia pública que, según la Carta Orgánica, es condición obligatoria para aprobar una modificación tarifaria.

Vigueras dijo que se trata de una cuestión "de interpretación", porque la COM habla de someter a audiencia el "régimen tarifario" y no de cada aumento que se implemente. Pero de hecho este gobierno y el anterior han convocado no menos de tres audiencias públicas para discutir cambios en la tarifa de taxis.

La nueva revisión de la tarifa del transporte urbano fue admitida por el Ejecutivo a partir de una tensa reunión con los dirigentes de UTA, que se sumaron a la presión ejercida por las empresas y fijaron un ultimátum de diez días para recomponer la tarifa. Los choferes dieron por hecho que con el actual boleto es imposible pagar los salarios en término.

El abogado de Tres de Mayo, Rodolfo Rodrigo, dijo que reclaman una "tarifa justa" que les permita trabajar sin perder dinero y ubicó en 1,75 "el piso" de ese esquema de precios.

Indicó también que en Buenos Aires el transporte urbano tuvo desde la salida de la convertibilidad aumentos tarifarios del 179%, absorbidos en buena medida con subsidios, mientras que en Bariloche en el mismo lapso el ajuste fue sólo del 90%.