Jueves 21 de Agosto de 2008 Edicion impresa pag. 52 > Cultura y Espectaculos
Violoncello búlgaro en concierto
Stanimir Todorov tocará junto a la Orquesta Sinfónica. Actuarán en el ciclo Armonicus, con obras de Schubert y Haydn.

NEUQUÉN (AN).- La Orquesta Sinfónica de la Fundación del Banco de la Provincia de Neuquén se despide del ciclo de Armonicus con un concierto imperdible que contará con la presencia del violoncellista búlgaro Stanimir Todorov. Con obras de Schubert y Haydn, agrupación y músico se presentarán el viernes a las 21, en el Cine Teatro Español.

La quinta función de este ciclo, que cumple sus primeros 15 años acercando la mejor música del mundo, no tendrá desperdicios. Se podrá disfrutar de dos obras clásicas de los períodos romántico y clasicista, de la pluma de dos referentes indiscutibles de la composición musical. Y si a esto se suma una orquesta que cada día suena mejor y un violoncellista de impecable maestría, la fórmula es un indiscutido éxito.

El repertorio estará compuesto en su primera parte, por el "Concierto en Do Mayor para Violoncello y Orquesta" de Joseph Haydn. Franz Joseph Haydn se sitúa en medio de los cimbronazos de la Revolución Francesa. La declaración de los derechos del hombre y el ciudadano de la Francia de 1893, encontraron en el clasicismo vienés un eco musical.

"Haydn escribe para el hombre y para ello utiliza las herramientas que le da la razón. Es así que el equilibrio temático y la claridad en la resolución de los conflictos tonales planteados son características del clasicismo vienés y se

hacen patentes en el Concierto para Cello y Orquesta en Do Mayor, que presenta en todos sus movimientos la forma sonata. Aquí el solista dialoga con la orquesta pero no se somete; muy por el contrario, mantiene su individualidad", comentó Marta Flores, doctora en música y profesora de historia de la música de la Escuela de Música de Neuquén.

La segunda parte del concierto será para la "Sinfonía Nº 9. La grande", del austríaco Joseph Haydn. Esta pieza fue iniciada, según consideran los estudiosos, en mayo de 1825 y terminada a principios de 1826, con posteriores revisiones ese mismo año y en 1827, poco después de que Schubert muriera en Viena.

"Es considerada el máximo logro orquestal de un compositor cuya vertiente expresiva se cuenta en el lied, síntesis romántica entre la poesía y la música. Se trata de una obra que tiene gran riqueza melódica, que hace gala de riqueza armónica, siempre dentro de la utilización subjetiva de los recursos compositivos. La orquestación apenas varía la composición de la orquesta clásica aunque nos muestra un Schubert preocupado por el aporte que los metales y la percusión podían realizar a su expresividad", explicó Flores.

"La grande" nunca fue ejecutada en vida del compositor, porque se perdió en la inmensidad del desorden que era un clásico en su estudio.

Alguna vez, otro gran compositor Robert Schumann escribió al encontrar esta obra, "allí, entre el polvo y la oscuridad encontré un fabuloso montón de manuscritos, entre ellos el de la Sinfonía en Do Mayor. En lo hondo de esta sinfonía hay algo más que una simple canción, más que mero dolor y gozo. Nos trasporta a un mundo donde no recordamos haber estado".

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