VIEDMA (AV)- Entre los trabajadores de Flavors SA recibidos ayer por la defensora del Pueblo se encontraba la nutricionista de la empresa, Adriana Suárez. La profesional ofreció sus explicaciones en relación a los preelaborados pero se quedó sorprendida y sin respuesta cuando se enteró de que la dirección de su propia casa figuraba como la sede legal de la firma.

Al ser consultada por Piccinini sobre la representación en Viedma de la empresa, Suárez señaló que no tenía oficina en esta capital sino sólo en Conesa pero no pudo disimular su sorpresa cuando la Defensora leyó de la documentación original que obra en su poder que como domicilio legal de la Flavors SA figura Belgrano 960. "Esa es mi casa" respondió la nutricionista con asombro.

En esa misma vivienda se realizó hace unos meses un allanamiento ordenado por el juez penal Carlos Reussi en el marco de la investigación ante un importante faltante de oncológicos de la droguería central del ministerio.

De esa casa fue retirado un CPU con información y varias carpetas que estaban en poder del farmaceútico Javier Girotti, quien estuvo a cargo de la droguería en la época que fueron detectados los faltantes. Girotti es el esposo de la nutricionista. De acuerdo a lo señalado por la ministra de Salud, Cristina Uría, el monto del faltante de medicamentos carísimos denunciado supera el medio millón de pesos.