CIPOLLETTI (AR).- "En medio de la paliza, me dijeron que me iban a matar... que los muertos no hablan". La frase corresponde a un tramo de la denuncia que realizó un camionero detenido el domingo a la noche en Catriel, por presunto robo de petróleo de yacimientos de la zona, en la fiscalía a cargo de José Rodríguez Chazarreta.

Pablo Gastón Knell concurrió ayer en compañía de su abogado defensor Julio Romero, y denunció a efectivos de la comisaría Novena de Catriel.

Según Knell, el domingo a las 22 estaba en el yacimiento Rinconada cargando crudo, cuando llegaron cuatro policías y detuvieron al ocupante de un Fiat Uno. "Frené al ver esta situación y me bajé con las manos en alto porque venían tirando tiros hacia el camión. Ahí comenzaron a pegarme golpes de puño, culatazos y patadas y me preguntaban con quién andaba". Knell les dijo que había ido allí engañado y que era un simple "laburante".

Denunció que luego, uno de los policías "me apoyó el arma en la nuca, me bajó la cabeza y realizó tres disparos. Yo le decía que había visto que corrieron dos personas hacia el campo".

Siempre según lo denunciado, de ahí lo llevaron en patrullero a la comisaría de Catriel y en el viaje continuaron los golpes que siguieron en la comisaría, indicando que habrían participado unos ocho policías de la golpiza.

"Me pusieron contra la pared y me decían que no los mirara. Me golpeaban desde atrás y no dejaban de interrogarme. Me decían que me iban a matar, que el muerto nunca habla", denunció.

Finalmente, dijo ante el fiscal que una enfermera o médica le hizo levantar la remera, pero que no lo revisó más que eso.

"Estamos en presencias de una irregularidad muy grave. Mi cliente fue engañado para hacer un transporte de crudo y es totalmente ajeno a la maniobra. Fue víctima de golpes, amenazas y hasta de un simulacro de fusilamiento por parte de efectivos policiales. Es una situación inadmisible", señaló el defensor Julio Romero tras radicarse la denuncia.