Paula Pareto regresó al país y anticipó que luchará por "conseguir cosas" para sus colegas que compiten en Argentina. La yudoca de 22 años llegó al aeropuerto de Ezeiza y ofreció una conferencia de prensa, en la que estuvo rodeada por los afectos (su padre Aldo, su hermana Mirta y algunos "fans" de Estudiantes). "A veces los malos fallos te hacen perder una medalla y eso era lo que más temía", confesó. "Por eso les pedí a Dios y a los jueces que no se equivocaran, ya que estaba ante el momento más importante de mi carrera", agregó Paula, de 1.50 metros y 48 kilogramos. Antes de partir a su casa, dijo que "fue la alegría más grande que viví, es obvio que lo diga, pero no sé si alguna vez viviré un momento como éste".