Posiblemente la delegación argentina repita el oro en fútbol y también pegue el golpe en el hockey femenino. Pero será difícil igualar lo que hicieron Juan Curuchet y Walter Pérez, que se quedaron con la primera medalla de oro en Pekín '08, una dupla que consiguió todo "a pulmón" y que se transformó en un ejemplo. Sólo podría igualarlo el básquet nacional, si pasa Grecia y vence al Dream Team, para luego llegar a la final. Y ganarla, obviamente.

Curuchet, el magnífico atleta de 43 años, le puso el mejor broche a su trayectoria al adjudicarse junto a Pérez la prueba Americana de ciclismo, la primera que gana en la historia de este deporte la Argentina.

"Qué más puedo pedir, se me ha cumplido todo lo que quería en mi vida", dijo el longevo pedalista. "Es el sueño de toda la vida. Soñé con ser campeón mundial (de la especialidad, en Melbourne 2004) y lo logré. Después soñé ser campeón olímpico. Qué más quiero", dijo quien dio un verdadera golpe estando al borde del retiro, y conquistó el mayor éxito de su carrera.

Las palabras del marplatense no necesitan mayores explicaciones: "Este es el momento más feliz de mi vida, un sueño que tenía con Walter (Pérez) y que finalmente se nos dio", dijo. "Antes de la competencia había dicho: 'Dios, si existís, dame una prueba'. Y me la dio, ¿qué más puedo pedir? Simplemente, gracias a la vida que me ha dado tanto", expresó, muy emocionado el representante argentino con más presencias en Juegos Olímpicos.

"Podemos ganar medallas en básquet, en fútbol, que tienen mucho apoyo económico. Pero nosotros lo hicimos todo a pulmón, con la garra que le ponemos todo los días", aclaró, y criticó por elevación.

De hecho, Curuchet alargó cuatro años más su vida deportiva con la esperanza de sacarse la espina clavada de Atenas 2004 donde, tras el título mundial, la pareja argentina llegó con el cartel de favorita y quedó novena.

En sus sextos Juegos, el veterano ciclista no falló. Llegó desfallecido al final de la prueba, pero le dio a Argentina su primer oro en Pekín. Y luego lloró en el podio, mientras sonaba el himno argentino y la bandera albiceleste se alzaba a lo más alto del velódromo de Laoshan.

"El sueño de 28 años de carrera. Para Juan era la última chance", recordó Pérez. "Cuando uno ha salido campeón mundial, ha hecho 12 podios y tiene 72 medallas internacionales es por algo", dijo Curuchet, que ahora sí pondrá punto final a su carrera.

¿Pero ahora qué? ¿Qué será del ciclismo en Argentina después del oro y del adiós del último Curuchet? "Yo he hecho mi esfuerzo", respondió el campeón.

"Ahora el ciclismo tiene que seguir pujando. Lo que me gustaría es ser director técnico, enseñar a los chicos, y que el gobierno de mi país ayude para hacer un proyecto no sólo a cuatro años, sino a ocho, a doce, como hice yo. Hemos demostrado que se puede". Él y Pérez ya hablaron. Ahora es tiempo de esperar que sean escuchados.