SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- Las restricciones en el aeropuerto local volvieron a impactar en la afluencia de visitantes durante el mes de julio. Esto motivó que el arribo de turistas fuera menor al año pasado, ingresando 4.617 pasajeros menos que en el 2007.
La merma corresponde mayoritariamente al público argentino, ya que en lo que respecta a vuelos desde el exterior hubo un leve incremento.
Desde Aeropuertos Argentina 2000 informaron que en julio del presente año arribaron un total de 52.756 personas, en 456 vuelos, mientras que en julio del 2007 llegaron 57.373 personas, en 513 vuelos.
En lo que respecta a los arribos, el año pasado hubo siete días con más de 30 vuelos ingresados, mientras que este año apenas tres días, durante los fines de semana, se superaron los 30 aviones diarios.
El 2008 sepultó el sostenido incremento en la afluencia de visitantes, que registraba un aumento permanente del 10 por ciento anual desde el invierno del 2001.
En julio del 2001 circularon por el aeropuerto local 49.663 personas (sumados los arribos y las partidas), 65.348 al año siguiente, 68.779 en 2003, 85.016 en 2004, 99.617 en 2005, 102.314 en el 2006 y 111.684 durante julio del año pasado. El mes pasado esta cifra descendió a las 99.293 personas, esto es una merma aproximada del 10 por ciento.
Los problemas del volcán Chaitén comenzaron a principios de mayo, mes en el cual casi no hubo vuelos: 58 arribos contra 180 del año pasado.
Las restricciones continuaron durante junio, cuando arribaron 178 vuelos con 16.691 pasajeros, cuatro mil menos que el año pasado, con 200 vuelos y 20.734 pasajeros.
La disminución en los arribos aéreos afecta mayoritariamente a los establecimientos que trabajan con turistas del segmento ABC1.
Esta categoría también se ve afectada por la clausura del Paso Vicente Pérez Rosales, el tradicional Cruce de los Lagos Andinos, por donde el año pasado ingresaron 1.798 turistas en mayo, 2.133 en junio, 2.899 en julio y 2.986 en agosto.
Esta temporada no ingresó nadie, ya que el paso está clausurado desde el mes de abril.
Los operadores locales estimaron que al menos la mitad de estos turistas no viajaron a Bariloche y optaron por otros destinos en Sudamérica.
No solo el volcán
Los agentes de viajes atribuyeron la merma en el arribo aéreo a las cenizas del volcán Chaitén pero también a la falta de nieve durante el mes de julio y a los conflictos entre el campo y el gobierno nacional. Indicaron que "lo único positivo para el turismo invernal fueron el desdoblamiento de las vacaciones escolares entre Buenos Aires y el resto del país".
En lo que respecta al mes de agosto, hay esperanzas de igualar el ingreso aéreo del año pasado, de 39.161 pasajeros y eventualmente también la cifra de setiembre, con 29.946 personas arribadas. No obstante, hay consenso, en que la temporada no es tan exitosa como lo esperado.
