NUEVA YORK Y LONDRES (Télam/DPA).- Los mercados bursátiles del mundo sufrieron ayer una fuerte caída, arrastrados por la baja inicial en Nueva York, ante el deterioro de la economía de Estados Unidos y las versiones de mega pérdidas del banco de inversión Lehman Brothers.
Los índices asiáticos se derrumbaron hasta los niveles más bajos en dos años y en Europa el desplome en las cotizaciones evaporó en la jornada unos 170.000 millones de euros de capitalización.
En Wall Street la tendencia a la venta arrancó desde la apertura, alimentada por un empeoramiento claro de la situación en el sector financiero y algunos datos macroeconómicos que resultaron peores de lo previsto. La baja en el índice Dow Jones fue de 1,14% y en el Nasdaq de 1,35%, pero la peor parte se la llevaron las bolsas europeas. Madrid perdió 2,93%; París cayó 2,61%; Londres bajó 2,38%; Frankfurt descendió 2,34%; y Milán retrocedió 2,11%.
En esos resultados influyó la difusión de los costos de producción de Estados Unidos, que registraron en julio su mayor crecimiento en los últimos 27 años (1,2% mensual y 9,8% anual), por el encarecimiento de la energía y de los alimentos, claramente por encima del pronóstico de los analistas. A esa suba, de fuerte impacto en el costo de vida, se sumó el dato negativo sobre la construcción de nuevas viviendas, que se redujo 11% en julio hasta el nivel más bajo desde 1991.
El Banco Central japonés contribuyó al clima pesimista al anunciar que considera que la situación económica está aún "estancada", para justificar su decisión de mantener sin cambios sus principales tipos de interés. La desconfianza de los inversores se vio alentada por las declaraciones de Kenneth Rogoff, ex analista jefe del Fondo Monetario Internacional (FMI), quien opinó que aún debe llegar lo peor de la crisis financiera global, y estimó probable que quiebre un gran banco norteamericano.
A su vez, un informe de la Unión de Bancos Suizos (UBS) advirtió que que en el segundo semestre de este año la economía estadounidense no podrá evitar entrar en recesión, mientras que se confirmará una fuerte desaceleración de la economía europea. "Estados Unidos no podrá escapar de la recesión a raíz de la atenuación de los efectos vinculados a las medidas fiscales y monetarias", dijeron analistas. Según la UBS, la tasa de crecimiento de PBI estadounidense será en el 2008 de 1,3%, destinado a caer a 1% en el 2009. Para Europa, las previsiones de la UBS hablan de una "fuerte ralentización", acompañada de una inflación elevada a pesar de la reciente baja del precio del crudo. Esto impedirá al BCE y al Banco de Inglaterra una reducción del costo del dinero, que sería posible en el 2009.