CARACAS (AP).- El presidente Hugo Chávez dio un paso más en el proceso de toma de control de los sectores estratégicos de la economía venezolana al nacionalizar la industria cementera en tanto ayer fue suspendida por 24 horas la venta de títulos de la expropiada empresa mexicana Cemex.
El Estado venezolano posee a partir de ayer del 90% de la industria cementera nacional. El lunes a medianoche, el ministro de Energía y Petróleo, Rafael Ramírez, acompañado de trabajadores y partidarios del gobierno tomó simbólicamente el control de una planta de Cemex en el este del país. Lo mismo sucedió en otras plantas de Venezuela.
La toma del sector cementero se inició con tropiezos debido a que el gobierno debió recurrir a la expropiación de los activos de Cemex que se negó a un acuerdo amistoso tal como hicieron la francesa Lafarge y la suiza Holcim Ltd que aceptaron la participación mayoritaria de Estado en sus empresas.
En menos de dos años, la administración de Chávez ha nacionalizado las mayores telefónica y siderúrgica, el sector eléctrico, cuatro proyectos petroleros de la faja oriental del Orinoco, y adquirió la mayor fabricante de leche. Noel Álvarez, segundo vicepresidente de la mayor cúpula empresarial, dijo que el aumento del riesgo del país lo reflejó el Banco Central de Venezuela al reportar el año pasado un "decrecimiento de 643 millones de dólares en la inversión extranjera''. "El gobierno no solamente tiene empresas ahora sino que también es regulador'', dijo Álvarez al explicar que los controles de precios y de cambio, que están vigentes desde el 2003, también limitan la capacidad de acción del sector privado. El economista José Guerra, ex gerente del Banco Central, dijo que aunque el sector privado maneja cerca del 69% del Producto Bruto Interno (PBI) del país, en los últimos años ha perdido cerca de tres puntos del PBI a manos del Estado.