Si algo faltaba para entender que Juan Curuchet es sinónimo (en el mejor sentido del término) del ciclismo de Argentina, lo que hizo ayer junto a Walter Pérez lo dejó en claro.
La historia deportiva del marplatense de 43 años se escribe en años de perseverancia y sufrimiento, como lo contó su madre Juana, con lágrimas en los ojos, viendo la repetición de la prueba que ganó su hijo junto a Walter Pérez.
La mujer recordó que Juan concretó su sueño mayor sin el respaldo del gobierno y que viajó a Pekín porque una empresa italiana decidió auspiciarlo. Curuchet fue peón de albañil y de carpintería y trabajó en una empresa de mosaicos "hasta que (junto con su hermano Gabriel, capitán del equipo) fueron agarrando la bici cada vez más", contó emocionada la mujer.
Su hermano graficó de la mejor forma el logro conseguido por Juan, que cuando llegue a Mar del Plata será declarado ciudadano ilustre de la localidad costera. "Él es un ejemplo para la juventud. (...) Cuando Juan corrió en su primer Juego Olímpico, en Los Ángeles '84, la mayoría de los que hoy (ayer) competían con él ni siquiera había nacido. No habíamos podido ganar la medalla en todo este tiempo, pero él se bancó 16 años y siete períodos olímpicos y acá está", elogió.
Mientras que el italiano Giovanni Lombardi, entrenador del equipo argentino en la prueba Americana, fue más allá: "Walter Pérez es un grandísimo corredor, pero Juan es ahora mismo una leyenda del deporte argentino, con seis participaciones en Juegos Olímpicos y una medalla de oro a esta edad, que es algo increíble", concluyó.