CHOS MALAL (ACHM).- Unos 100 crianceros trashumantes del norte neuquino participaron de la disertación sobre la Iniciativa Mundial para un Pastoreo Sostenible (IMPS). En la oportunidad se abordaron además otras temas que aquejan al sector, entre ellos la tenencia de tierras y los problemas que se presentan con los alambrados de los tradicionales "callejones o rutas de arreo".
El encuentro se concretó el viernes en el Puesto de Capacitación Agropecuaria N° 5, donde el director ejecutivo de la Organización No Gubernamental Fundaciones del Sur, el agrónomo Juan Luis Mérega, explicó el programa de las Naciones Unidas que trabaja en favor de los pequeños productores ganaderos trashumantes de todo el mundo.
El profesional mencionó que "los problemas de los crianceros del norte neuquino son iguales a los de los millones de personas en el mundo que se dedican a esta actividad", que "no es menor en la región, esto si se tiene en cuenta que de todo el ganado caprino que hay en la Argentina, el 15 por ciento es manejado por crianceros de la zona norte de la provincia del Neuquén", enfatizó.
En la oportunidad se mostró un video de un proyecto español de pastoreo donde la gente menciona no sentirse valorizada, siente que no se los considera o que son marginados, lo cual es una constante en muchas partes del mundo donde aún se practica la trashumancia, es decir, el traslado de los animales de invernadas a veranadas y viceversa siguiendo un ritmo estacional en busca de las mejores pasturas para sus animales.
El proyecto es financiado por el "Fondo para el medio ambiente natural" y es de escala global, dado que no tiene acciones en terrenos específicos, pero busca recopilar información de una actividad considerada como "valiosa".
"Los productores necesitan ser considerados como tales y que sus necesidades sean atendidas en función de eso", puntualizó Mérega, quien además de exponer sobre el pastoreo sostenible tuvo oportunidad de intercambiar opiniones con los crianceros que pusieron de manifiesto algunas problemáticas que los afectan, principalmente con la tenencia de tierras y los callejones de arreo.
En cuanto a lo primero, mencionó que la zona norte se cuenta con tres antecedentes fundamentales donde "el tema se resolvió favorablemente", uno en la década del 60 en Los Guañacos, otro en la década del 80 en Aquihuecó y el que ocurrió recientemente con la familia Faundez.
"Determinamos que la organización de los crianceros, la presencia de liderazgos y la alianza con otros sectores como la iglesia y los sindicatos, además de la voluntad política del gobierno, fueron los tres factores que hicieron posible esto".
En cuanto a los callejones de arreo que se han ido cercando, mencionó que debe reconocerse el trabajo del criancero y su valor y citó como ejemplo lo que ocurre en otras partes del mundo, como Madrid, donde las cabras y las ovejas pasan por sus calles. En un lugar donde se construyó una autopista por donde pasaba una ruta de arreo, se decidió construir por debajo un puente específicamente para que los trashumantes puedan pasar.