MENDOZA. - A un mes del voto "no positivo" con el que derribó las retenciones móviles del oficialismo, el vicepresidente Julio Cobos se atrevió ayer, a los 53 años, a correr una exigente "media maratón" de 21 kilómetros que lo hizo trotar durante dos horas y media en territorio mendocino.
La carrera resultó "no positiva" para el vicepresidente, quien según los organizadores llegó "en los últimos lugares" e incluso olvidó en su casa el número asignado con el que debía correr, el 323, y hasta la camiseta oficial de la competencia.
"Si llego antes de las dos horas veinte (minutos) manden un taxi, si no llego a las dos horas y media manden una ambulancia", bromeó antes de iniciar su participación, y agregó que "voy a llegar dando lástima, pero llego".
Sin inmutarse por aquel olvido, Cobos se presentó en la línea de largada, en la fresca mañana mendocina, con una remera negra -según insidiosas versiones, porque ese color adelgaza la figura-, pantalón del mismo tono, y chaleco gris oscuro.
Los lentes que portó durante la competencia, que se prolongó desde las 9 hasta las 11:30, no impidieron que la mayoría de los concurrentes lo reconociera y lo saludara cálidamente, especialmente en el Parque San Martín, donde terminó la competencia.
"Es la figura de la carrera", exclamaron varios de los presentes, pese a que el vice claramente quedaba rezagado durante la novena edición de la Maratón Internacional de Mendoza.
La prueba se corrió en las modalidades de 42, 21 y 10 kilómetros y fue creada por el propio dirigente, cuando era decano de la Universidad Tecnológica Nacional, de Mendoza. Al comentársele que hubo más de mil inscriptos para esta ocasión, lanzó otra broma: "Vamos a tener que cobrar algún porcentaje". Cobos, avezado corredor, se atrevió en la de 21 kilómetros, que comenzó en Blanco Encalada, Luján, y culminó en el Parque General San Martín.