LUIS BELTRÁN (AVM).- De paso por la localidad que la vio crecer, la periodista Mariángeles Fernández presentó el libro "Deseos de Mujer" que escribió junto a otras tres amigas.
La velada se realizó en la biblioteca popular "Dante Pizzurno" y fue seguida por una importante cantidad de personas. Además, "Deseos de Mujer" se presentó a fines de mayo en la Feria del Libro en Madrid. Así, ésta fue la segunda presentación en sociedad. "Haberlo hecho en este lugar que tanto quiero ha sido grandioso, pues este pueblo está presente en el libro", dijo la periodista.
Si bien este es su quinto trabajo, la escritora aclara que "este fue una especie de libro por encargo. Un día, Raquel Gisbert nos escuchó hablar y dijo 'esto se tiene que transformar en libro; háganlo', y nos pusimos a hacerlo, cuestión en la cual trabajamos durante dos años. Fue una experiencia valiosa, salió tal cual lo ideamos, no le faltó agregar ni sacar nada".
El libro ha tenido una gran aceptación entre los lectores de ambos sexos por igual. Los medios españoles lo promocionaron intensamente. "No sabemos dónde encasillarlo. Gustó tanto a las mujeres como a los hombres; es una especie de libro de autoayuda, a pesar de ser literario", comenta emocionada.
Mariángeles Fernández llegó al país para visitar amigos y afectos. Y pasó por Luis Beltrán "donde el tiempo se me hizo corto y me puse al día con los entrañables asados", siguió su periplo por Junín de los Andes, estará en Tandil y luego volverá al Viejo Continente.
Esta mujer -apasionada a más no poder de Julio Cortázar, por quien se emociona con sólo nombrarlo- nació en España. Con sus padres llegó a América para afincarse en Centenario y a partir de 1959, se quedó a vivir en esta localidad. Hizo toda la escuela primaria en la centenaria Escuela 11 y luego egresó del Colegio Comercial en su tercera promoción para estudiar periodismo en La Plata. Trabajó en la agencia Télam, la revista Compendio y trabajó con Horacio Tato en Noticias Argentinas. "Fue el maestro para muchos periodistas de nuestro país, todo un referente y una gran persona", dice al recordarlo.
Cuando entró a trabajar en la agencia EFE "comencé a gestar la idea de irme de la Argentina. El contacto con el exterior a través de EFE fue decisivo", recuerda.
En los días de la Guerra de Malvinas se fue a España y en Europa se enteró que el conflicto había comenzado.
Se radicó en Madrid y EFE la destacó para cubrir el Mundial de España siguiendo a la selección de Honduras en su participación por el grupo C "donde estaba Italia, que iba a ganar el Mundial", agregó.
Después de eso dejó el periodismo para trabajar en una multinacional durante ocho años, hasta que apareció en su camino la posibilidad de ingresar al Grupo Anaya, luego lo hizo en la editorial de Mario Muchnik "que fue el último que editó un libro de Cortázar".
Ahora trabaja como editora y dice "me encanta el trabajo. Tenía que haberlo descubierto antes".
En su "otra vida" comenzó a frecuentar un taller literario con Clara Obligado de quien se haría muy amiga; allí también conocen a Pilar Rodríguez y Carmen Posadas, "todas y entre todas, amigas del alma".
El libro
"Deseos de Mujer, Rituales y Conjuros para Grandes Amigas", se llama el libro que vino a presentar.
Carmen, Clara, Mariángeles y Pilar se conocen desde hace más de veinte años y cada vez que alguna de ellas quiere conseguir algo se reúnen para hacer un conjuro. Son rituales que poco tienen que ver con lo mágico y mucho con la voluntad; porque, a través de su unión como amigas, pueden jugar
con el destino o, al menos, ponerlo de su parte.
Así descubriremos cómo Carmen consiguió el Planeta, Pilar encontró la casa perfecta, Mariángeles espantó a un ex amor o Clara conoció al hombre de su vida. En sus historias reales, divertidas y originales de amores y desamores, trabajo y éxito, hijos e hijas, viajes y exilios, comida y belleza, estas cuatro amigas no dan consejos sino que cuentan su experiencia vital de amistad en la que se verán reflejadas muchas mujeres. Es esa experiencia la que puede inspirarla para cumplir todos sus deseos y estar más a gusto consigo mismas.
Y en este proceso aprenderemos que, a pesar de la rutina, la amistad prevalece, que a veces es mejor disfrutar de la soledad que estar en mala compañía, que lo prioritario es perder de vista a un ex amor antes que volver a enamorarse, que un buen naufragio puede ser el mejor punto de partida, y que la madurez no da la felicidad, pero ayuda bastante a disfrutar de las cosas buenas de la vida.