Domingo 17 de Agosto de 2008 Edicion impresa pag. 34 y 35 > Sociedad
"No señor; acá no, señor"

NEUQUÉN.- La primera que me lo dijo fue una chica de pelo rizado y remera de muchas manifestaciones. Dejó su lugar bajo una gran bandera y espetó: "Señor, éste es un encuentro de mujeres, usted no puede estar acá...". La chica de rulos fue, en realidad, la primera que se animó a hablar. Hay miradas que lo dicen todo y ayer me miraron mucho, no por agraciado.

A la chica de rulos le expliqué que soy periodista y que me habían autorizado. Me contestó que... "Bueno... pero busque un lugar con otros periodistas". Y se fue. Por suerte apareció una amiga que me dijo que no me hiciera problema, que estaba bien, que podía quedarme pero ¡guay! de ir a los talleres. Para colmo, los únicos hombres que andaban eran camarógrafos y reporteros gráficos. A ellos no les decían nada, creo que por las cámaras. Otros hombres se fueron rápido. Por caso, mi colega Jorge.

Como los cánticos eran fuertes y muchos ojos me seguían, apreté el anotador y busqué la salida, forzando la sonrisa, no vaya a ser cosa... Me encontré así al lado de las chicas de Bariloche. Apenas me miraron, les dije que era periodista, que ya me iba. "¿No tienen periodistas mujeres en su diario?" Les dije que sí, que había, que había muy buenas profesionales... "Dígale a su jefe que tendría que haber mandado mujeres", me frenaron. Encima, a esa altura el grupo que más se hacía escuchar vestía de naranja y yo me preguntaba cómo iría Argentina con Holanda (Juegos Olímpicos, fútbol, Beijing). "¿Qué hago acá?", me dije. Como había sólo una puerta para salir y sin ánimo de confrontar, nos hicimos amigos con las chicas de Bariloche. Les dije que me encanta la ciudad. "¿Ah, del 'Río Negro'? Es nuestro diario", me dijeron. Todo anduvo mejor. Hasta elogiaron mi saco. La salida fue difícil y debí abstenerme de cumplir con el mandato de "primero las damas" (éramos seis hombres y aproximadamente 4.994 de ellas). Me limité a escuchar. "No me pises"; "No empujen"; "¿No ves que nadie te está empujando?";"Despacio, carajo". Recordé los días en que iba al fútbol a ver los clásicos. A esa hora Argentina y Holanda estaban 1 a 1. (R. C.)

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