CIPOLLETTI (AC).- Esta vez -como ha sucedido en múltiples ocasiones- la víctima no fue un taxista, sino su ocasional pasajero, un delincuente, quien quiso asaltarlo con una pistola en la nuca, encontró resistencia, le disparó sin dar en el blanco y cuando intentó escapar fue alcanzado por compañeros del damnificado quienes le propinaron golpes que cesaron por la providencial llegada de la policía. Ahora el sujeto está preso en la Comisaría 32 de calle Mengelle a disposición de la jueza Alejandra Berenguer.
El suceso, grave, porque podría haber dejado herido o muerto a un taxista, sucedió pasadas las 8 de ayer, en el tradicional barrio Del Trabajo, en el oeste del ejido, a muy pocos metros del acceso Moreno y del Parque Rosauer. Los vecinos salieron de sus casas, hubo conmoción y corridas. "Sentí dos tiros. Cuando miré desde la vereda había gente agarrando a un tipo, al parecer, el delincuente. La policía lo rescató y el tipo ya estaba en el suelo. Lo tendrían que haber dejado. ¿Mirá si un tiro mata al tachero o a un pibe del barrio", dijo Juan Ramón, un poblador, con gesto adusto y muy nervioso.
El asaltante frustrado -la policía ya realiza el trámite buscando si tiene antecedentes- fue atendido en el lugar por el médico policial Claudio Schoua, y luego derivado al hospital donde con intervención médica se recuperó de traumatismos, para luego ser derivado a la C-32 y encerrado en un calabozo encausado por "tentativa de robo calificado".
La división Criminalística está peritando el arma, una Bersa calibre 22 corto, el auto baleado, un casquillo de proyectil y otros elementos. Con su jefe Wálter Muñoz la gente de esa división trabajó en el área preservando la escena del insólito episodio.
"Si, hubo un incidente grave y hay un detenido", confirmó ayer sobre las 10 el comisario Samuel Sánchez, aunque obvió dar mayores detalles porque "estamos en plena investigación".
El primer paso de esa cadena se dio en las cercanías de calles Mengelle e Yrigoyen, cuando un sujeto de unos 25 años, a las 7.50 de ayer, abordó el Fiesta Max dominio HEF 909 manejado por Jorge Rodríguez. Le dio como dirección un domicilio de calle Rosario pero en Castello y Primera Junta el tachero sintió el estremecedor frío del caño de un arma en la nuca, síntoma inequívoco que lo iban a asaltar. La reacción fue instantánea: un manotazo hacia atrás mientras accionaba un sistema secreto de alarma que movilizó de inmediato a sus compañeros de su base y a otros del ramo.
Por acción del sujeto que tenía obviamente el dedo en el gatillo y la bala en punta de la Bersa o por efectos de maniobra de defensa del conductor contra el brazo hubo un disparo. Rodríguez se arrojó del auto que siguió unos metros sin chofer y con el sujeto adentro, el que también se tiró al exterior y efectuó otro disparo.
En ese momento de extrema tensión, gritos, y vecinos alarmados comenzaron a llegar más tacheros atrapando al joven y golpeándolo por lo que había hecho. El arribo de la policía lo salvó de consecuencias más severas.