CIPOLLETTI (AC).- Consumido por un cáncer falleció ayer a la madrugada Roberto Abel (89), un precursor en la difusión y estudio de la paleontología y de la historia cipoleña y regional. Fue el primer director y fundador del Museo Ameghino, que tuvo su génesis durante la administración municipal del médico Julio Dante Salto y se inauguró oficialmente en 1971 con Alfredo Chertudi.

Su deceso conmocionó y provocó dolor en la comunidad.

Fue profesor del colegio Manuel Belgrano y dio innumerables conferencias y charlas sobre su pasión, la paleontología, y la historia.

Buscador apasionado y empedernido de restos fósiles, descubrió los vestigios del primer dinosaurio carní

voro hallados en la zona, que como otras obras inmortaliza su nombre, el Abelisaurus Comahuensis.

Su última presentación pública se pautó en el 2003, con motivo del centenario de la ciudad: montó una exposición que mostró a la población del Comahue y en particular a los

más jóvenes cómo era la vida en épocas pretéritas. Ese año resultó declarado "ciudadano ilustre", mención que se sumó a otras recibidas a lo largo de su prolífica trayectoria.

Don Roberto, nacido en Alpachiri, La Pampa, llegó a Cipolletti en 1945. Sin otro título que el de bachiller -fue un verdadero autodidacta- derivó hacia la investigación paleontológica e histórica, y la cartografía.

Casado con Amalia Sánchez (82), Abel dejó dos hijas, Estela Maris (54) -llegó ayer desde Buenos Aires- y Erika Elizabeth (42). Pese a su salud quebrantada hasta las últimas horas estuvo trabajando con manuscritos reseñados en al menos 40 folios que se iban a constituir en varios libros.

El trabajo no ha sido en vano pues se supo que desde ámbitos privados y oficiales habrá gestiones para que la obra postrera de Don Roberto no quede trunca.

Los despojos mortales de Abel fueron sepultados ayer mismo en la necrópolis de Cipolletti.