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ANALISIS: ¿Surgirán otros focos de conflicto? | ||
BRUSELAS.- En febrero, las potencias occidentales le dieron su visto bueno a la independencia de la provincia separatista serbia de Kosovo, mientras quienes tenían una postura contraria afirmaban que semejante decisión alentaría una ola de violencia separatista en Europa. Actualmente, con las cicatrices del conflicto bélico secesionista en Georgia aún abiertas por el enfrentamiento en las provincias separatistas de Abjazia y Osetia del Sur, los países occidentales se preguntan inquietos si estallarán otros conflictos en la región de la ex Unión Soviética. La independencia de las provincias georgianas "indudablemente alentará las ambiciones independentistas" en Transnistria, una región en la República de Moldavia, situada entre Rumania y Ucrania, señaló el coronel Christopher Langton, analista de seguridad del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos de Londres. El debate sigue siendo cuál fue exactamente el papel que cumplió Rusia en el conflicto con Georgia, mientras Tiflis acusa a Moscú de haber realizado una operación agresiva y Moscú sostiene que intervino para proteger las vidas de la población civil. Pero los analistas occidentales coinciden en que, antes del conflicto, Rusia era el principal sostén de las regiones georgianas separatistas, en particular una vez que Georgia se pronunció a favor de hacer ingreso en la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) tras la Revolución de las Rosas en 2003. También afirman que la intervención militar de Rusia es un alerta para Ucrania y Moldavia, dos antiguas repúblicas soviéticas que también muestran tener una tendencia hacia el mundo occidental pero se ven simultáneamente ante la presencia militar rusa dentro sus territorios. El conflicto es "una seria advertencia a Ucrania diciendo que un acercamiento a la OTAN puede traer aparejada una división del país", afirmó el especialista en seguridad Dusan Reljic. (DPA) | ||
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