La actividad económica mostró en junio el menor crecimiento en dos años -28 meses- al registrar un alza del 6,5 por ciento con respecto al mismo mes del año anterior, como consecuencia directa del freno que produjo el prologando paro agropecuario.
Según las cifras del Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE), difundidas ayer por el INDEC, en junio respecto de mayo pasado la actividad mostró una caída del 0,8 por ciento, la segunda del año, después de la baja del 0,7 por ciento de febrero pasado.
Para encontrar un indicador más bajo que el 6,5 por ciento de junio hay que remontarse a abril del 2004, cuando el EMAE registró un 6 por ciento de crecimiento o al 5,8 de marzo del 2003, dos meses antes del inicio de la gestión el ex presidente Néstor Kirchner.
En los primeros seis meses del año, la economía creció a un ritmo acumulado del 8,1 por ciento, que es también el indicador más bajo del año.
Ese indicador acumulado que crecía al 9 por ciento en enero y febrero, bajó al 8,5 de promedio entre entre marzo y mayo pasado.
La desaceleración del crecimiento podría continuar en julio próximo, ya que según estimaciones del Ministerio de Economía, la actividad económica crecería en julio "algo más del 7 por ciento".
Esta semana fuentes del Palacio de Hacienda habían adelantado que que "en junio el EMAE crecerá algo más del 6 por ciento y en julio volverá a crecer por sobre el 7 por ciento interanual".
Los datos de la actividad que el INDEC difunde mensualmente es un adelanto del comportamiento del PBI cuya evolución se informa trimestralmente.
Así el Producto Interno Bruto (PBI), conocidos los datos de junio estaría creciendo aproximadamente 8,5 por ciento en el segundo trimestre del año.
La desaceleración tuvo que ver sobre todo por el freno de la actividad que provocó el paro del campo y su impacto en todas las áreas, comercial, industrial y también la construcción.
Se confirmó así que el conflicto rural generó un parate no solo en lo que respecta al sector rural, si no que alcanzó al resto de economía argentina.