ROCA (AR).- Para todas ellas, un Encuentro Nacional de Mujeres es el mejor de los escenarios. No sólo por la temática, sino también por el origen del grupo. Quizás por eso, las integrantes de Zomo (mujer en mapuche) estén ansiosas con la doble presentación de mañana, a las 20:30, en el escenario de la Conrado Cultural, Irigoyen 138, de Neuquén.
Efectivamente, el domingo, los dos elencos que dirige la roquense Ely Romero, subirán a escena con la obra "Nenas" primero, y "Cuerpo mío" después.
La historia de este grupo de mujeres que encontró en el teatro no sólo una forma de expresión sino también de denuncia y de trabajo interdisciplinario, hace que estas dos piezas sean aún más representativas. Ely Romero, la directora y autora de ambas piezas, llegó casi por azar al grupo Quillagua (lugar de ayuda mutua para mujeres en situación de violencia), pero una vez allí, decidieron poner sus cuerpos sobre el escenario, con la creación del grupo Zomo.
"Nenas", la primera obra que hicieron juntas habla sobre la violencia contra la mujer. Cinco pequeñas niñas que cuentan historias de mujeres que de alguna forma u otra han marcado sus vidas: su niñez se ve teñida de violencia sexual, institucional o familiar, entre otras cosas. El elenco de esta obra está integrado por Romina Barboza, Cintia Loyola, Ariadna Reyes y Oda Castaño.
La segunda obra, "Cuerpo Mío", recorre de modo desordenado la vida de una mujer desde su infancia. Pero cada momento es interpretado por distintas mujeres que han tenido algo en común. Aquí actúan Mariela Balmaceda, Erika Pacheco, Belén Salas, Mirta Sandoval y Marianela Vassellati.
Para Romero, la presentación de ambas obras tiene más de un sentido. "'Nenas' es la denuncia de la violencia contra la mujer, sea institucional, corporal, emocional o verbal. Y al final, habla de un encuentro. 'Cuerpo mío` es la certificación de lo que quisimos decir con ´Nenas´, porque a pesar de todo, podemos seguir adelante, ser multiplicadoras. El propósito de Zomo es contar una historia que puede servir de ejemplo y hacer saber que el teatro puede no sólo denunciar sino también transformar", explica Romero.
