El presidente ruso, Dmitri Medvedev, firmó hoy el acuerdo impulsado por la Unión Europea para acabar con el conflicto de Georgia, en tanto que el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, aseguró que la integridad georgiana, inclusive las regiones separatistas de Osetia del Sur y Abjazia, es innegociable.
El mandatario georgiano, Mijail Saakashvili, ya había suscrito el viernes el documento de seis puntos en presencia de la secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, que viajará la semana entrante a Bruselas para "ser parte de la defensa por una Georgia libre" junto con otros ministros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y líderes de la Unión Europea (UE).
El plan de seis puntos fue presentado esta semana por el presidente francés, Nicolas Sarkozy, a nombre de la UE. Bush saludó como "un paso importante", la firma del plan de paz por parte de Medvedev e insistió en que los conflictos secesionistas deben ser solucionados de forma pacífica y con negociaciones, pero sin que se ponga en juego la unidad de Georgia.
Además, reiteró que Estados Unidos no dejará a Tbilisi en la estacada y pidió a Moscú que no cuestione la pertenencia de estas provincias a Georgia. "Rusia debe cumplir con el acuerdo y retirar sus fuerzas y, por supuesto, poner fin a la operaciones militares", afirmó Bush desde su rancho en Crawford, Texas.
En su alocución radial semanal, Bush afirmó que el mundo había visto alarmado cómo "Rusia invadía un Estado soberano vecino y amenazaba a un gobierno elegido democráticamente por la población." "Este acto es completamente inaceptable para los países libres del mundo", señaló el mandatario estadounidense.
Por su parte, la canciller alemana, Angela Merkel, dijo hoy en Berlín que el plan de paz debe ser cumplido de inmediato y a rajatabla. Merkel, que mañana viajará a Tibilisi, la capital georgiana, para entrevistarse con el presidente Saakashvili, insistió: "El alto el fuego debe ser verificable y duradero".
El ministro de Relaciones Exteriores alemán, Frank-Walter Steinmeier subrayó en declaraciones a la edición dominical del diario alemán "Welt am Sonntag" que la "integridad territorial de Georgia" sigue siendo parte sustancial de la política de la Unión Europea.
Sobre la situación en Georgia sigue reinando incertidumbre a raíz de informaciones contradictorias. Mientras Moscú habla de una normalización de la situación, la televisión local Rustavi2 informa de nuevos saqueos por parte de soldados rusos y de ataques con bombas sobre estratégicas vías ferroviarias que unen Tbilisi con el oeste del país. La situación de refugiados y desplazados también es crítica.
Según datos de la ONU, en Georgia hay unas 90.000 personas que no tienen hogar y precisan ayuda, informan medios locales. En la reunión que Merkel sostendrá con el presidente georgiano no sólo hablará sobre el acuerdo de paz sino también sobre el estatus futuro de las dos provincias independentistas. Osetia del Sur y Abjazia están ocupadas actualmente por tropas rusas. Y el viernes, en el encuentro que la canciller tuvo con Medvedev en Sochi, el mandatario ruso señaló que no era imaginable un regreso de estas regiones a Georgia.
El Estado Mayor en Moscú desmintió informaciones según las cuales las tropas rusas siguen estacionadas en la ciudad de Gori, al noroeste de Tbilisi, así como en la ciudad portuaria de Poti. "En la actualidad no tenemos unidades en Gori o Poti", dijo en Moscú vicejefe del Estado Mayor, Anatoli Nogovizyn.
Las tropas entretanto siguen cerca de Gori, porque allí se ha encontrado un base georgiana con unos 15 blindados. El acuerdo suscrito hoy no resuelve el conflicto pero provee una base legal para que se llegue a una solución política.
Entre otras cosas el plan prevé un cese del fuego y que ambos países retiren sus tropas hasta las posiciones anteriores al inicio del conflicto. La propuesta inicial de la UE era más amplia y llamaba al "pleno respeto de la soberanía e integridad territorial de Georgia" y el despliegue de una fuerza de paz de la Unión, pero Rusia la rechazó.
Fuente: DPA