NEUQUÉN (AN).- Bienvenidos al viaje de Fabio "Poroto" Lacolla donde conviven felices -sin matarse- el psicólogo de los rockeros, el músico y el escritor. En los preparativos del lanzamiento del "Libro del éxito" y con los perfiles de unos veinte rockeros argentos buscando pista entre las páginas de "Estar en banda" (el libro que prepara para el 2009), Dr. Poroto -como le dicen- nos invita en su primer disco "Trapos al sol" a un city tour musical nada solemne. Donde el humor se entiende con el rock, el reggae es visitado por una zamba criolla, el ska por ritmos brasileros y la cumbia se hace electro.

"Trapos al sol" encuentra al licenciado "Poroto", entonces, lejos del diván, entre los amigos de la zona que son como hermanos. Pero esta vez saliéndose de su rol como docente para estar íntegramente como músico. Se entregará al público valletano con la complicidad del cuentacuentos El Hache (Hugo Herrera) en un espectáculo "delirante" donde los textos de Oliverio Girondo y Leo Masliah se contraponen con canciones.

Mientras Dr. Poroto escribe y graba canciones, su trabajo como psicólogo de bandas de rock ya lo llevó a asistir a grupos españoles y argentinos. Por supuesto, las anotaciones que guarda son imperdibles: miedo al segundo disco, pánico escénico, peleas de egos, desamparo de las discográficas, entre muchas otras. "Soy un rockero matriculado", se define.

¿Algún método?- pregunta esta cronista. "Depende el caso, en general tengo un método que es como un 'service'. Consta de un laboratorio de 5 horas de reunirme con la banda, en varios encuentros. A veces voy a un ensayo; también me fui de gira con alguna banda en pleno bolonqui. Incluso voy a conciertos y hacemos una pequeña reunión antes del show que es como hacer una foto en caliente", explica.

Y si le preguntamos ¿quién es?, por supuesto Lacolla guarda secreto profesional y la identidad del rocker paciente se oculta detrás de una anécdota. De todos modos, hay ejemplos emblemáticos (casos) de músicos argentinos de los que Dr. Poroto aporta algunas líneas.

Uno: Charly García. "Tiene el síndrome Fade Out -asume "Poroto"-. Es cuando no le encontrás el final a una canción y se va apagando el volumen. Charly se está apagando y no se dio cuenta. No quiere darse cuenta de que el éxito tiene una fecha de vencimiento. También me parece que el público no lo deja descansar y él está muy enojado, no sé qué le pasa".

Diferente a Charly, aclara el psicólogo, es Fito Páez (segundo caso). "Tuvo un momento brillante (cuando editó el disco "El amor después del amor") pero después empezó a tomar otra posición en relación a su vida, su público, los medios. Recuperó la humildad que me parece que un groso debe tener", asume.

Tres: Pity Álvarez. "A él lo salva el arte porque sigue creando, sacando discos. Tiene una relación fresca con el público y mientras eso siga ocurriendo Pity está a salvo. El tema es cuando no encuentre en el arte un alivio, si eso deja de ocurrir va a estar en problemas".

- ¿Qué hay de Cromañón?, Callejeros sacó un segundo disco (posterior a la noche trágica) que es como un descargo...

- Sí, es un disco de catarsis. Callejeros (cuarto caso) encontró en el arte una manera de responder a todas las voces.

-¿ Y Luca Prodan?

- Luca (quinto caso) es increíble, tenía una personalidad única. Si Luca estuviera vivo ya no estaría viviendo en Argentina. Estaría en África, porque el nomadismo era su naturaleza.

Unas líneas más adelante, Dr. Poroto agradece la existencia de Pomelo, el nuevo rocker de "Peter Capusotto y sus videos" que se mueve eléctrico al grito de ¡rock and roll ne ne...! "Pomelo le faltó el respecto al rock y eso está buenísimo porque lo revitaliza. Al rock hay que hacerlo enojar porque sino se convierte en pop".