BUENOS AIRES (DyN) - El gobierno definirá en los próximos días un nuevo esquema en el área de comunicaciones y difusión en base a un plan que el jefe de Gabinete, Sergio Massa, se encarga de monitorear en todos sus detalles.
En líneas generales, el programa fue aprobado por la presidenta Cristina Fernández y en sus últimas apariciones públicas -conferencias de prensa y algunos diálogos con movileros en visitas fuera de la Rosada incluidos- la jefa del Estado ya mostró que le imprimirá una nueva imagen a su gestión muy lejana del hermetismo que caracterizó a su esposo y antecesor, Néstor Kirchner.
Aunque la decisión está tomada, las infaltables internas entre las distintas dependencias que hasta este momento estuvieron a cargo de las comunicaciones, demoran una definición.
La razón de este debate es que no se trata sólo de modificar la imagen de la jefa del Estado y de su gobierno, sino del manejo de los importantes fondos presupuestarios destinados a la pauta de la publicidad oficial.
Los encargados de diseñar los cambios mantuvieron ayer una reunión en la Casa de Gobierno donde se habrían dado los últimos toques a lo que se transformará en una flamante unidad oficial en el área de comunicaciones y que podría tener jerarquía de secretaría de Estado.
Sin embargo, uno de los puntos en discusión sería si esa área dependerá directamente de la presidenta o del jefe de Gabinete ya que no sólo se trata de centralizar en una sola cabeza la comunicación de todo el gobierno sino de modificar toda una estructura en el manejo de la difusión. Del encuentro realizado ayer, y que fue presidido por Massa, participaron su vocero Claudio Ambrossini, el secretario de Medios, Enrique Albistur, el flamante titular del Sistema Nacional de Medios Públicos, Tristán Bauer; el presidente de Télam, Martín Granovsky y el vocero de Néstor Kirchner, Alfredo Scocimarro.
Ayer Ambrossini, Granovsky y Bauer volvieron a reunirse para avanzar sobre los detalles pendientes.
A poco de asumir el nuevo jefe de Gabinete, y cuando arreciaban las versiones sobre los cambios que este funcionario impulsaba en la comunicación presidencial, la jefa del Estado le pidió a Albistur que preparara un plan del cual dependería su permanencia o no en el cargo.
Albistur -que desde que asumió Néstor Kirchner maneja toda la publicidad oficial y las pautas- sigue en su puesto y por un decreto del pasado lunes 11 se exceptuó a su Secretaría de la obligación de usar los servicios de producción gráfica de la agencia oficial Télam para la difusión de los actos de gobierno.
Sin embargo, por el secreto con que se maneja todo lo concerniente al nuevo esquema comunicacional que analiza el Poder Ejecutivo, todavía no se pudo saber si habrá cambios de hombres o sólo de dependencias y de estilos. No se descarta, incluso, otras incorporaciones al equipo.