NEUQUÉN (AN)- El intendente Martín Farizano obtuvo finalmente la aprobación del presupuesto del período 2008, de 440.000.000 de pesos, luego de una agónica votación en la que desempató el presidente del Concejo Deliberante Néstor Burgos haciendo valer su derecho al doble voto.
Fue clave el apoyo al oficialismo de los concejales del Movimiento Popular Neuquino (MPN) Hugo Rauque y de Ramón Muñoz, sin los cuales el interbloque no hubiese logrado el ajustado empate.
De ambos fue Rauque quien recibió los abucheos de militantes del MPN que en forma simbólica mostraron tarjetas bancarias, en alusión al antiguo caso de coimas en el Senado.
Llamó la atención el silencio al que se llamaron los representantes radicales a la hora de la fundamentación del despacho. Como miembro informante obró el justicialista Darío Martínez, que trazó una rápida y complicada situación económica del municipio por el incremento de los gastos corrientes que focalizó en el último aumento salarial al personal municipal y en el hecho de que los ingresos llegaron a una meseta.
La fundamentación por el "No" al presupuesto se constituyó más que nada en una advertencia al intendente de la fragilidad en que se encuentra el gobierno municipal.
El concejal de Recrear, Marcelo Bermúdez, llamó la atención sobre el escaso margen de maniobra que tiene Farizano en materia presupuestaria.
Explicó que de 89 millones en regalías la municipalidad usa 80 millones para gastos corrientes, y los 9 millones que restan representan el 7% de la obra pública, con lo cual "el 93% que falta depende de los recursos que gire Nación, de la venta de tierras y del endeudamiento de 28 millones de pesos" asumido por el municipio.
"Es muy probable que los empleados pidan en 2009 un nuevo aumento, porque el último otorgado -que incrementó en 17 millones de pesos la masa salarial- está siendo absorbido por la inflación. Con que se otorgue la mitad, las regalías se irán totalmente en gastos corrientes", planteó Bermúdez.
Un horizonte similar trazó el emepenista Mario Pilatti, al señalar que se trata de un presupuesto "débil" que en parte obedece a la coyuntura nacional. Expresó su preocupación acerca de que "parece que el gabinete no se da cuenta de la necesidad de un cambio en el modelo de gestión. Durante el período 2003-2006 Neuquén recibió generosos recursos y adoptó un modelo que hay que cambiar porque para llevarlo adelante se necesita mucho dinero. No va más la contratación de grandes empresas; hay que avocarse a obras micro, con empleados municipales y por administración", insistió.
"Nuestro rechazo es una advertencia de que el rumbo municipal va mal, muy mal", dijo el jefe del MPN Julio Ocampo, finalizada la sesión. Apreció que es bochornoso que los radicales no hayan justificado su apoyo al presupuesto, aunque planteó que "quizá no lo hicieron porque no pueden hacerlo".