WASHINGTON.- Los precios a nivel consumidor se dispararon en julio al doble del ritmo anticipado en Estados Unidos, debido principalmente al encarecimiento de la energía y los alimentos, por lo que la inflación llegó a su peor momento en 17 años.
El Departamento del Trabajo informó ayer que los precios a nivel consumidor aumentaron el mes pasado un 0,8%, frente al 0,4% pronosticado por los economistas.
Fue el tercer mes consecutivo de aumentos notables de la inflación, tras el salto del 0,6% en mayo y el 1,1% en junio. Con ello, la inflación a nivel anual se sitúa en el 5,6% en los últimos 12 meses, el mayor aumento anual desde enero de 1991.
La inflación subyacente, que excluye los costos de la energía y los alimentos, aumentó en julio un 0,3%, un poco más que el 0,2% pronosticado por los economistas.
En los últimos 12 meses, la inflación subyacente ha crecido un 2,5%, la mayor a nivel anual desde febrero.
El repunte de la inflación plantea un enorme problema a la Reserva Federal, el banco central estadounidense: ¿le obligará la inflación a encarecer las tasas de interés pese a que la economía parece encontrarse al borde de una recesión?
El elevado aumento de la inflación castigó con especial dureza a los consumidores. El Departamento de Trabajo dijo que el ingreso promedio semanal del trabajador estadounidense, ajustado por la inflación, retrocedió en julio un 3,1% frente al mismo período hace un año, el mayor salto anual desde noviembre de 1990.
El Departamento de Trabajo indicó además que el número de trabajadores recién cesados que solicitaron beneficios por seguro de desempleo bajó la semana pasada en 10.000 a 450.000.
Sin embargo, la baja fue menor a la anticipada e indicó que el mercado laboral sigue siendo incierto ante el debilitamiento económico.
El desempleo promedio de cuatro semanas subió a su mayor nivel en seis años.
El aumento del 0,8% en los precios a nivel consumidor reflejó el marcado encarecimiento de la energía y los alimentos, una tendencia que se ha repetido los últimos meses.
Los precios de la energía aumentaron un 4% el mes pasado, debido principalmente al encarecimiento del 4,1% de la gasolina. En julio, los precios en las estaciones de servicio fueron un 37,9% más caros que hace un año. (AP/DPA)