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ANALISIS: La otra guerra | ||
Pese al cese al fuego en el Cáucaso, hay una guerra que continúa: la mediática. Los medios estatales de ambos países hablan de saqueos, de cientos y también de miles de muertos. Los georgianos acusan a los rusos de estar bombardeando ciudades ciegamente, y los rusos responsabilizan a los georgianos de genocidio. En opinión de los expertos, esta guerra mediática que se está librando desde los cuarteles generales en Moscú y Tiflis es tan decisiva como los enfrentamientos militares. Pero la verdad se convirtió también en esta ocasión en la primera en morir, ya que al menos cuatro periodistas dejaron sus vidas en el frente. En tanto que superpotencia, Rusia no solamente cuenta con un ejército y un servicio secreto de enorme envergadura, sino que, además, ha puesto en marcha una impresionante campaña de relaciones públicas. El gobierno de Georgia también ejerce un control absoluto sobre sus medios de comunicación estatales. Obtener información confiable es difícil. Los gobernantes en Tiflis han prohibido la redifusión de canales rusos o bloqueado páginas de internet, según lo confirma la asociación www.civil.ge. La televisión de Rusia exhibió imágenes de la "ciudad de Tsjinvali destruida por los georgianos", y la televisión estatal georgiana mostró la presencia de políticos de la Europa comunitaria en Tbilisi en señal de solidaridad con Georgia. Periodistas han vuelto a poner en juego el miércoles sus vidas para ofrecer la mejor información. "Pero al final de cuentas, ni los propios corresponsales pueden decir si el número de muertos fue de 100 ó 1.000", asegura Miodrag Soric, jefe de programas de Europa Oriental de la emisora internacional alemana Deutsche Welle, "La Voz de Alemania". (DPA) | ||
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