BUENOS AIRES (DyN) - El Senado de la Nación aprobó ayer por unanimidad y convirtió en ley un proyecto que obliga a las obras sociales y empresas de medicina prepaga a dar cobertura a enfermedades originadas en trastornos alimenticios como la obesidad, la bulimia y la anorexia.
El nutricionista Alberto Cormillot, que estuvo presente en uno de los palcos, expresó su "satisfacción fenomenal" por la aprobación de la norma y la calificó como "una ley muy buena y muy moderna". Sin embargo, el médico consideró que la ley en sí "no alcanza" para resolver el problema por cuanto "una de las causas es el fuerte marketing de la industria de la alimentación y la bebida dirigida a chicos menores de 12 años".
El proyecto había sido aprobado por la Cámara alta el 28 de noviembre pasado, pero Diputados le introdujo cambios en dos artículos el 4 de junio, lo que impidió que la norma se convirtiera en ley.
Esto motivo una sostenida movilización callejera de personas al Congreso nacional que, alentadas por el programa de televisión que dirige Cormillot, demandaba la sanción de la iniciativa. Los cambios en la Cámara baja fueron promovidos por representantes de las provincias del norte, que consideraron "discriminatorias" las menciones que la norma hacía al uso de azúcares, así como el agregado de que las mayores erogaciones por prestaciones para agentes de seguro serán compensadas por la Administraciones de Prestaciones Especiales (APES).
El proyecto sancionado ayer con el voto de los 59 legisladores presentes declara de "interés nacional" la prevención y control de los trastornos alimentarios, y contempla una asistencia integral y una rehabilitación de los pa
cientes, que incluye además sus enfermedades derivadas y las medidas que eviten su propagación. La norma regula la comercialización, publicidad y promoción de alimentos de bajo aporte nutricional cuando éstos sean acompañados con juguetes, premios y demás incentivos que promuevan su consumo por parte de los niños.
La legislación fija condiciones para la calidad de los productos de bajas calorías. Por otra parte, contiene medidas consideradas antidiscriminatorias por los que sufren trastornos alimentarios y establece los lineamientos para la realización, desde el Estado, de campañas de difusión dirigidas a la población.
La senadora oficialista Haidé Giri, titular de la comisión de Salud, reiteró el apoyo a dos artículos que habían sido anulados en Diputados y propuso respaldar otras dos modificaciones introducidas por la Cámara baja, para evitar que los azúcares sean "demonizados" en la dieta humana, así como eludir perjuicios sociales contra los 150.000 obreros que trabajan en la industria zafrera.
Por su parte, el titular del radicalismo, Gerardo Morales, dijo que la norma "cubre un vacío legal que existe en la legislación argentina en cuanto a que no hay un tratamiento adecuado de los trastornos alimentarios".