BUENOS AIRES (ABA) . - La reunión del vicepresidente Julio Cobos con intendentes radicales K, de anteayer por la noche, preanuncia otra división más allá de la que se produjo en el bloque de diputados nacionales de la Concertación.

Por un lado, son los jefes comunales de la provincia de Córdoba lo que analizan más seriamente la posibilidad de reagruparse en el radicalismo orgánico. Ello se debe a que el líder de ese partido en la provincia mediterránea, Mario Negri, tiene una posición "flexible" en relación a los díscolos partidarios. Es decir, habría un consenso de la gran mayoría de los intendentes radicales K cordobeses de -a partir de la movida de Cobos- hacer política volviendo a la estructura conducida por Gerardo Morales. Con esa postura discrepan los intendentes bonaerenses, un núcleo duro que conducen los titulares de los ejecutivos de Junín, Mario Meoni y de Pergamino, Oscar "Cachi" Gutiérrez.

"Lo que no queremos es hacer "sicristinismo", ello no significa un regreso al radicalismo", fue el análisis realizado por Gutiérrez tras el encuentro con Cobos. El objetivo de este sector -confiaron fuentes cercanas a Gutiérrez- es ir formando un espacio propio marcando las diferencias que se tienen en políticas públicas con el kirchnerismo puro.

El problema del radicalismo K bonaerense con su partido de origen es la posición irreconciliable que hacia ellos ha tenido hasta ahora el titular del partido Gerardo Morales. En la última interna -tanto en Junín como en Pergamino- se impugnaron todas las candidaturas de quienes compartieron listas con políticos oficialistas. De todos modos, a partir del voto "no positivo" de Cobos en la histórica sesión del senado sobre las retenciones la tensión parece ir creciendo. En ese marco puede ser relevante lo que ocurra mañana en la exposición rural de Junín donde estarán los mencionados intendentes de la provincia más extensa del país junto a una decena de sus pares...Y Cobos.