El médico Javier Bernego recibió a Huenteleo herido y decidió su traslado a San Antonio. "En Valcheta no había banco de sangre ni cirujano, y hacer una transfusión directa implicaba más tiempo que derivarlo", dijo el profesional. Cuando se le preguntó si al verlo consideraba sí tenía más probabilidades de vivir que de morir, respondió que "estaba para vivir".
"¿Y por qué se murió?", le preguntó Bustamante. "La descompensación fue tal que la hemorragia fue más rápida que la atención.
"¿En ese estado en otro Hospital se salvaba?", preguntaron los jueces. "Probablemente, pero en Valcheta no".
Un párrafo aparte mereció la demostración de la escasa instrucción recibida por los policías, para el uso de armas y para desarrollar procedimientos.
"En la escuela nos enseñaron lo básico, un pantallazo general, pero fuimos solamente una vez al polígono y con dos tiros para cada uno", indicó. Dijo que en sus 14 años de servicio fue la primera vez que sacó su arma reglamentaria.
Aseguró que lo hizo porque el padre de Pablo lo amenazaba con un cuchillo, pero luego dudó y dijo que vio algo que brillaba que no pudo identificar.