La hipótesis de la venta de precursores químicos para la fabricación de estupefacientes como posible eje del triple crimen de General Rodríguez se perfilaba hoy como una de las principales teorías, dijeron a DyN fuentes vinculadas con el caso, quienes revelaron que algunos allegados a las víctimas que declararon ante la Justicia el pasado fin de semana "parecían ocultar algo de información".
Los focos de la pesquisa siguen apuntando principalmente a una de las víctimas, Sebastián Sforza, a quien los investigadores le detectaron más de 400 cheques rechazados, "varios de ellos por sumas muy importantes", dijeron los voceros. Sforza era el vendedor de productos farmacéuticos que se reunió con las otras dos víctimas, Damián Ferrón y Leopoldo Bina, tras lo cual los tres fueron asesinados. Los investigadores tratan de determinar cuáles fueron los pasos previos de los tres en las horas anteriores a esos dos supuestos contactos, uno en Pilar y otro en Avellaneda.
"No se trata de investigar a la víctima, pero sí de determinar los móviles posibles del crimen. Había deudas muy fuertes, pero también otras hipótesis", relataron los investigadores. En ese contexto, desmintieron que la fiscal Ana Yacobucci se hubiera "despreocupado" de la denuncia, y en contrapartida precisaron que durante el fin de semana declararon familiares, amigos y hasta socios comerciales de las víctimas, "pero parecían ocultar algo de información".
De hecho, la supuesta conexión de Sforza con una causa en la que se investiga una red de narcotraficantes mexicanos surgió de una de las tareas de inteligencia encargadas por la fiscalía a la Gendarmería Nacional. "Nos enteramos el lunes por la mañana de esa situación. Fueron intervenidos una docena de teléfonos, pero estuvieron mudos hasta que aparecieron los cuerpos", relataron.
Las comunicaciones telefónicas tuvieron sólo una alteración: un alerta de antena, una señal de activación de un teléfono que no llegó a convertirse en comunicación, que habría tenido lugar "antes de que aparecieran los cadáveres", según dijeron las fuentes, aunque no pudieron precisar cuánto antes.
Las fuentes descartaron que la fiscalía de Yacobucci hubiera dicho a los familiares de las víctimas que "se habían ido de joda", tal como dejaron trascender allegados a los muertos, aunque admitieron haber preguntado "si tenían alguna actividad conjunta prevista, un viaje o una salida". "Fue una pregunta de rigor para ir descartando posibilidades, pero de ninguna manera hubo desidia", deslizaron los voceros judiciales.
En cuanto a la hipótesis de los precursores químicos, la investigación parece orientarse a las actividades comerciales y las conformaciones societarias de las empresas a las que estaban vinculadas las víctimas. Las fuentes no descartaron que la fiscalía pida información a la Inspección General de Justicia y a otros organismos oficiales para establecer el giro de las operaciones y si se trataba de empresas reales o ficticias.
Los investigadores saben que el mercado de las drogas se está moviendo en torno a las denominadas "sustancias de corte", entre las cuales la efedrina es una de las principales. "La efedrina se consigue muy barata en la Argentina, pero en Estados Unidos se vende 16 veces más cara", reflexionaron.
Finalmente, las fuentes consultadas evaluaron que la causa podría cambiar de jurisdicción para pasar a ser investigada por la Justicia de la provincia de Buenos Aires. "Hay que determinar dónde se inició el delito, pero ya está establecido que los tres fueron asesinados en territorio provincial. Ese hecho se llevaría la competencia para la justicia bonaerense", dijeron los informantes.
Fuente: DyN