Con un trabajo en defensa excepcional y actuaciones individuales destacadas, como las de Emanuel Ginóbili, Andrés Nocioni y Carlos Delfino, el seleccionado argentino de básquetbol le dio a Croacia, la sorpresa del torneo, una lección de juego, y lo derrotó, en el marco de los Juegos Olímpicos de Beijing, por un contundente 77-53.
A la importancia de este triunfo, más allá de la buena imagen mostrada por el equipo, habrá que buscarla por el hecho de que le permite a la Argentina acomodarse mejor en las posiciones del Grupo A, y despreocuparse, al menos por ahora, de un cruce peligroso en los cuartos de final.
Defensa, esa fue la palabra bajo la cual giraron los primeros veinte minutos de partido. Ahí estuvo la clave en el cómodo 40-22, con el cual la Argentina se fue a los vestuarios. Inteligentemente, los dirigidos por Sergio Hernández salieron a neutralizar la principal arma de Croacia: el goleo.
Si bien la marca fue individual, cuando el balón le llegaba a un croata al menos dos argentinos estaban encima, y cuando no llegaban esos dos, el que llegaba provocaba que el rival tirase incómodo. Este entramado defensivo provocó, por ejemplo, que Croacia no convirtiera un triple durante la primera parte (en total convirtió 3 sobre 15 intentos), y que Zoran Planinic, su goleador, convirtiera su primer y único punto de la etapa, casi sobre el final.
Esa fue la primera parte de la tarea, y la segunda, el ataque, también salió a la perfección. Con Emanuel Ginóbili como conductor (dio 6 asistencias en el primer tiempo), la Argentina cuidó el balón y, salvo alguna excepción, buscó siempre la mejor opción de tiro. Ginóbili (9 puntos) y Andrés Nocioni (10) fueron los encargados de tirar desde el perímetro, mientras que Luis Scola (10) y Fabricio Oberto (4 y 3 faltas personales) fueron los que marcaron los puntos en la zona interior.
Este conglomerados de situaciones, provocó que a partir de los 2 minutos 30 del segundo cuarto (23-15 a favor), la Argentina comenzara a despegarse en el marcador, sin que Croacia pudiera seguirle el ritmo. Para cerrar la etapa con un claro y contundente 40-22. Los primeros pasajes del tercer cuarto mostraron el punto más bajo del rendimiento del seleccionado argentino.
Los dirigidos por Hernández perdieron la claridad en ataque y tuvieron algunas distracciones en defensa, lo cual provocó que Croacia metiera un parcial de 8-1. Pero eso fue sólo un espejismo. Ginóbili volvió a tomar las riendas del equipo (terminó el juego con 8 asistencias), el "Chapu" Nocioni volvió a pelear en ambos tableros (fue el goleador con 18 puntos y bajó 8 rebotes), y Delfino exterminó a la defensa croata con sus tiros desde el perímetro (encestó 4 de sus 7 intentos de triples).
A seis minutos y medio para el final, la Argentina se puso 68-41, y Croacia entendió entonces que ya era hora de bajar los brazos y ponerse a pensar en el partido que deberá afrontar el próximo sábado ante Lituania.
Hernández, por su lado, tuvo el tiempo y la tranquilidad para hacer jugar, por primera vez en el torneo, a todos sus hombres (entre ellos se destacó el trabajo de Juan Gutiérrez, especialmente bajo el tablero propio), como para ir preparándolos para momentos más complicados. La Argentina ganó fácil un partido que en la teoría no pintaba como tal, y ahora puede mirar con más tranquilidad su futuro y la posibilidad de subirse al podio.
Fuente: DyN