ALLEN (AA).-El gimnasio comunitario "Kambá" de esta ciudad cumplió su primer año de actividad. Único en la región, es el sueño materializado del deportista local Gervasio Sosa. El establecimiento brinda asistencia a los chicos de los barrios más carenciados de la ciudad y trabaja a diario para reivindicar al deporte como una forma de vida saludable. Si bien en gimnasio está funcionando, Sosa necesita ayuda para construir los sanitarios.

La historia de "Kambá se remonta al año 2003. Por ese entonces el deportista Gervasio Sosa heredó una propiedad de su madre en el barrio Bifulco. Fue en ese momento cuando comenzó a pensar en hacer realidad el tan anhelado deseo de construir un gimnasio de puertas abiertas a toda la comunidad. Pero la realidad le indicaba que para su proyecto hacia falta mucho dinero.

"Me decidí y empecé a juntar fuerzas para lograr mi objetivo. Trabajé varias temporadas en el galpón y puse cada peso que gané en lo que hoy es el gimnasio comunitario", señaló Sosa. Pegó ladrillos, pintó paredes, acarreó materiales y con sus propias manos también construyó techo de las instalaciones del gimnasio. Hizo todo a pulmón y en muchas oportunidades recibió colaboración de la gente.

"Por las tardes cuando el gimnasio se llena me emociona. Tengo 18 chicos de menores de 16 años que no pagan ningún tipo de arancel, también estoy trabajando con niños que problemas de obesidad y además vienen muchas personas grandes. Quienes pueden, pagan una pequeña cuota para algunos gastos", resaltó Sosa.

"Kambá" es el fruto del deporte comunitario, el resultado de los valores que inculca Gervasio: respeto, solidaridad y una vida saludable.

Pero al gimnasio le hace falta algo elemental: sanitarios. Muchos chicos del sector de la costa van a entrenar a "Kambá" y necesitan un sector de vestuarios para poder cambiarse.

La vida de Sosa no fue nada fácil. De niño sufrió carencias y hace ya unos cuantos años atrás tuvo serios problemas con el alcohol. Una suma de factores, entre los que destaca el apoyo de su familia y los consejos del fallecido Juez de Paz Dante Rosi, lo ayudaron a salir de esa difícil situación. Para Gervasio la tormenta ya pasó y ahora su objetivo es ayudar. "Soy atleta, hago todos los días lo que sé hacer y me hace feliz trabajar en el gimnasio. El deporte es una tarjeta de crédito a la vida", concluyó Sosa.