Siempre es difícil. Generar un espacio de recreación entre padres e hijos en una cárcel, en medio de un festejo por el día del niño, resulta complicado y por lo general demanda un gran esfuerzo de cada una de las partes.
Pero ayer, en el Establecimiento de Ejecución Penal 2, se dieron todas las circunstancias para que más de 150 niños puedan disfrutar de una tarde distinta, junto a sus padres que se encuentran privados de su libertad.
Los pequeños pudieron compartir cuentos, y aplaudir a los desopilantes payasos que aparecieron en escena, en medio de las actividades que fueron organizadas por el Instituto de Asistencia a Presos y Liberados.
Por más de tres horas, los pabellones se transformaron en un corredor de artistas, quienes generaron entre las familias un clima distinto al que diariamente se vive en este penal.
Varios de los internos del pabellón 12 habían preparado regalos y bolsas de golosinas para los pequeños, quienes vivieron junto a sus padres una jornada emotiva y colorida. (AR)