El cantautor canario Pedro Guerra regresó a bateas después de cuatro años de silencio discográfico con el bello álbum "Vidas". Distante y lacónico, Guerra atendió telefónicamente a Télam desde las oficinas madrileñas de su productora y sostuvo que "Vidas", "al ser un disco que nació después de este 'parón', me lo tomé con mucha exigencia porque uno no puede volver con cualquier cosa".
"'Vidas' -reveló- nace después del reposo íntimo y del distanciamiento y es un disco del hogar porque, además, en ese tiempo nació nuestro hijo (también llamado Pedro)".
Ese período dio sus frutos porque el CD retoma lo mejor de la tradición cancionística de un autor de pluma fina y de una musicalidad que va más allá del formato previsto y abreva con soltura en rítmicas latinoamericanas.
La magnífica "5.000 años" encabeza un repertorio donde también se cuentan "Quisiera saber", "Intimo", "Madurar el amor", "Quisiera saber","Se enamoró de un río", "Corazón enfadado", "Jamás", "Humo", ,"El pescador", "Huellas", "Caravaggio", "Casas antiguas" y los dedicados a sus hijos "Lara" y "Cuando Pedro llegó".
"He tenido este tiempo muy reflexivo que me posibilitó componer con la mente más limpia y en que retomé una especie de resumen de todo lo que he ido aprendiendo", comentó Guerra.
De vuelta en la rueda de estudios y actuaciones, el artista indicó que "este período de calma tuvo que ver con un cansancio, con un agota
miento, con una necesidad después de 10 años de carrera de mucha intensidad".
"Digamos -insistió mezclando lo particular con lo general- que a eso hay que sumarle la crisis de la industria musical que es algo que me cansa y que hace que me decepcione por todo lo que está pasando".
Pese a esta sensación que lo atraviesa, el creador consignó que "si bien no he hecho un balance ni he pensado mucho, tengo la sensación global de que me gusta como han sucedido las cosas, me gusta la libertad con la que puedo trabajar".
Los recitales de presentación de "Vidas" comenzaron a principios de febrero en Es
paña y ya consumieron la mitad de la gira nacional en que comparte veladas con Luis Fernández (piano y teclados), Marcelo Fuentes (bajo), Vicente Climent (batería) y Osvi Greco (guitarra).
Ahora, el intérprete está a punto de llegar a la Argentina para, únicamente acompañado por su guitarra, abordar "Vidas" y otros clásicos de su personal cosecha.
"La industria sigue estando fatal y todo está para abajo, pero yo sigo haciendo mis discos", reflexionó acerca del presente de su actividad.
Incluyendo en esa mirada la vivencia de haberse permitido alejarse un poco del ruido, concluyó que "llevo una vida más relajada que antes, pero este parate es algo que sólo puedo permitirme cada 10 años". (Télam)